La Columna del Director: Hay que acabar con los 'gorgojos'
La Columna del Director: Hay que acabar con los 'gorgojos'

Muchos peruanos somos partícipes o testigos de bochornosos actos de corrupción. Desde ofrecer una coima a un policía hasta saber que altos dignatarios presuntamente recibieron millones de dólares de empresas como las brasileñas que "rompían manos" al más alto nivel. Todo para ganar licitaciones de obras multimillonarias como la carretera Transoceánica que une a Perú y Brasil o los contratos para la exportación del gas de Camisea, por dar dos ejemplos emblemáticos.

Todos estos "faenones", como se les llamó en el pasado, y "negociazos" ahora en el gobierno de PPK, eran realizados en las más altas esferas del estado. Pero como no hay nada secreto, estos arreglos trascienden hacia instancias menores donde los funcionarios también hacen lo mismo que sus jefes. Es decir, si el general chapa la suya, el policía también hace lo mismo. Así es como crece la cadena de corrupción y se propaga como un cáncer a nivel nacional. Lo mismo pasa en el poder judicial, ministerios, municipalidades, penales y en las regiones.

Todos los presidentes elegidos por votación popular, salvo el arquitecto Fernando Belaunde, están implicados en actos de corrupción. Últimamente dos de ellos, Alan García y Alejandro Toledo, fueron derrotados en las urnas por Pedro Pedro Pablo Kuczynski. El pueblo lo eligió con la esperanza de que acabe con la corrupción y por eso derrotó con las justas a Keiko Fujimori.

Pero en los últimos días el caso de los "morenoaudios" revelando que desde Palacio de Gobierno se cocinaban "negociazos" en contra de los más pobres, cayó como un baldazo de agua fría. "Ya no se puede confiar en nadie", fue la reacción popular. Lo peor fue la declaración de PPK quien dijo "por nada nos están embarrando" tratando de limpiar a su ex asesor Carlos Moreno, a quien como "gran servidor" lo hizo renunciar "dándole las gracias por los servicios prestados a la nación".

A todo esto se suma que una ola de corrupción viene sacudiendo al Perú desde los años 80. Mafias y redes criminales se coludieron con Sendero Luminoso y el MRTA sembrando el caos y el terror. El saldo fatal es miles de víctimes y miles de millones en daños materiales. Lo más grave es que desde allí se enraizó la corrupción en todos los niveles. Hay más narcotráfico, sicariato, extorsiones, ajustes de cuentas y una imparable ola de crímenes en lugares donde antes no mataban ni una mosca,como en Tumbes donde en lo que va del año ya van cerca de 50 asesinatos. Ni con estados de emergencia acaba la inseguridad ciudadana.

Para colmo de males, cuando todos creían que PPK era la salvación, se ha comenzado a destapar que está rodeado de polémicos asesores que la Ministra de Justicia Marisol Pérez Tello ha llamado "gorgojos". Ahora no le queda más que desratizar al gobierno para que no se repita la historia de Alan García, Alejandro Toledo y Ollanta Humala con Nadine. No se olviden los ppkausas que el pueblo pasa la factura y no pueden traicionar la voluntad popular. Por lo pronto PPK ya se está cayendo en las encuestas y la corrupción debilita a su gobierno. Hay que acabar con todos los “gorgojos”.