Embaracé a novia de mi mejor amigo

Raúl (San Isidro, 26) Estimada doctora, le escribo por este medio para confesarle uno de mis mayores problemas. Hace unos años empecé a vivir con Juan, un compañero de la universidad. Juntos hemos aprendido a compartir los gastos y administrar bien los espacios para no tener inconvenientes con nuestras cosas personales. Sin embargo, todo comenzó a cambiar cuando llegó Sonia, su novia. Si bien el departamento es lo suficientemente grande para nosotros tres, no es una situación cómoda pensar en vivir allí por el espacio y las extrañas costumbres que he visto en Sonia.

Esta chica parece tener una gracia particular al querer siempre pasearse ligera de ropas por nuestra sala. Si bien en más de una ocasión quise conversar con Juan sobre esto, ella siempre me señaló que lo hacía por un tema de comodidad y que mi malestar quizá se debía a que yo sentía cosas por ella. Cuando pensé que la situación había quedado atrás, empezó a complicarse aún más. Juan suele ausentarse algunas temporadas por su trabajo en provincia y Sonia se queda en casa conmigo. Siento vergüenza al decir que poco a poco empezó a surgir entre nosotros una cercanía más que amistosa. Hemos sabido guardar las apariencias, pese a la profunda atracción sexual que sentimos. El problema es que hace poco me enteré que Sonia tuvo un retraso en su periodo, que nos hace dudar sobre un posible embarazo y no sé qué hacer. Desconozco cómo podría tomar Juan esta noticia y qué sería de Sonia, quien no cuenta con un trabajo fijo.