Lo conocí en una pollada
Lo conocí en una pollada

Por: Magaly Moro

magalymoro@grupoepensa.pe

Irma (23 años, San Martín de Porres). Doctora, no creí que fuera a enamorarme de esta manera y tan pronto. Hace un mes mi amiga Guillermina me invitó a una pollada. Yo no tenía muchas ganas de ir, me sentía aún muy deprimida por mi fracaso con Ernesto, mi ex. Mi relación con él fue una mentira tras otra, hasta que un día me enteré de que estaba casado y esperando un hijo. Eso me destruyó. Es por eso que mi amiga insistió en que vayamos a la pollada para divertirnos un rato.

No voy a negar que la música era de mi agrado y la pasé muy bien con mis amigos del trabajo. Cuando era un poco más de las 9 de la noche y ya había pagado por mi consumo, decidí regresar a mi casa. Fue entonces cuando un joven me sorprendió tomando mi brazo por detrás. Me asusté. Volteé a ver, pensé que se trataba de un borracho y estaba a punto de darle un golpe con mi cartera. Pero me equivoqué.

Era un joven con quien me había cruzado algunas veces en el paradero cerca de mi trabajo. Nunca habíamos hablado hasta ese momento. Su nombre era Tomás y me detuvo para preguntarme por qué me iba tan temprano, “no seas aburrida, quédate un rato más”, me dijo. Guillermina también insistió en que lo haga. Durante varios minutos conversamos de muchas cosas. Y aunque no teníamos nada en común, me gustó mucho su sentido del humor. Era casi la medianoche y me acompañó a tomar mi carro. Cuando nos despedimos, nos besamos y no sabía qué decir. Desde ese momento no he dejado de pensar en Tomás, aunque pueda sonar cursi. Doctora, ¿está bien si trato de contactarme con él?

OJO CONSEJO:

Ten en cuenta que no tienen nada en común. Puede que solo sea una ilusión. Ve con calma. Lo importante es que estás superando tu anterior relación sentimental.

(LEE TAMBIÉN)

(LEE TAMBIÉN)