Me casé con un gran mentiroso

Por: Magaly moro

magalymoro@grupoepensa.pe

Pamela (23, San Miguel). Doctora, a pesar de haber estado en algunas relaciones, no había nada más serio que la que conformábamos Sergio y yo. Nos conocimos en un viaje de negocios hace cuatro años. Desde ahí nuestra historia de amor comenzó y continuó fortaleciéndose con todas nuestras experiencias y recuerdos. 

En una ocasión, él se atrevió a pedirme la mano junto a mis familiares y amigos cercanos. Le dije que sí y acepté hacerlo. En todo el proceso de organizar la obra y vigilar el papeleo, yo me sentía muy estresada por todas las cargas.

Él desde un principio me dijo que se iba a encargar de ver la legalidad de nuestra boda y que todos los papeles se encuentren en norma. A pesar de que aún nos considerábamos jóvenes para adquirir responsabilidades, no queríamos estar más tiempo separados. Cuando me encontraba arreglando las invitaciones, le pregunté por su familia y si era correcto invitarlos. Él previamente me había comentado sobre su distanciamiento, pero no quiso. 

El día esperado me encontraba llena de esperanza y felicidad. Todo iba perfecto hasta que en el momento de la fiesta por nuestra unión su hermana apareció reclamándole que no los haya invitado. Yo le dije que Sergio prefería evitar incomodidades. 

Su hermana se comenzó a reír y me dijo que ese no era su nombre, que en realidad se llamaba Ernesto y que tenía 39 años. Me sorprendí porque él dijo que éramos de la misma edad. Averigüé y sí, todo era cierto. Doctora, ya estoy casada con él y me arrepiento. No me quiere dar el divorcio. Yo no quiero verlo nunca más.

OJO CONSEJO:

Querida, este engaño no puede pasar por alto. Te recomiendo que visites un abogado. Él te aconsejará en los trámites que debes realizar.