Me casé con una mala mujer
Me casé con una mala mujer

Por: Magaly Moro

magalymoro@grupoepensa.pe

Teodoro (43, San Juan de Lurigancho). Doctora, a pesar de que no soy hijo de sangre de mi madre, siempre me cuidó como si me hubiera dado a luz.

Desde joven he trabajado en el camal, en un negocio que ella puso en marcha para velar por mí. En ese lugar pasaba mis días tranquilo y rodeado de buenas personas.

Cuando me convertí en un adulto, decidí independizarme, cosa que a mi madre no le gustó ya que, según su parecer, aún era muy joven para tomar esa decisión.

A pesar de su rechazo, decidí valerme por mí mismo. Cabe resaltar que cuando me fui de casa tenía 30 años y aún seguía en el negocio de los cerdos.

Un día, cuando repartía la mercancía diaria, conocí a una dama bien arreglada y joven que al instante capturó mi atención. Pensé que no me haría caso; sin embargo, ella se acercó muy amablemente y de manera muy coqueta para decirme su nombre. Desde esa ocasión comenzamos a salir hasta formar una relación.

A mi madre nunca le agradó, ya que creía que era una pretenciosa; no obstante, yo la amaba. Tan ciego estuve que terminamos por casarnos en una de esas bodas civiles masivas del distrito. Ese fue el peor error de mi vida. Poco a poco me di cuenta de que ella solo quería que trabajase con su familia en el negocio de los chanchos para ganar dinero, además de quitarme el mío. Tiempo después, mi madre me sacó la venda de los ojos cuando me enteré de que ella tenía otro hombre y que yo solo era su esclavo. Doctora, me quiero divorciar de esta mujer, pero me amenaza con que nunca veré al hijo que lleva en su vientre y que, según ella, es mío. ¿Qué debo hacer?

OJO CONSEJO: 

Teodoro, la vía legal es tu mejor opción. Realiza una prueba de ADN y despeja tus dudas. Es lo que mejor que puedes y debes hacer. 

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