Mi esposa no se excita conmigo

Giancarlo (36, Villa El Salvador). Toda mi vida me he considerado un hombre sano en todo sentido, inclusive en la parte sexual. No obstante, los estudios médicos y el comentario de mi mujer me han dejado impactado. Llevo casado exactamente 10 años, de los cuales yo pensaba que los había vivido plenamente gozando con mi mujer en la cama y en todos los momentos íntimos, pero al parecer solo he vivido en una burbuja de mentiras.

Una tarde, después de regresar temprano de mi trabajo, quise darle una sorpresa a Miriam, mi esposa. Ella se encontraba en la cocina y cuando me acerqué sigilosamente escuché cómo se quejaba con su amiga por teléfono sobre mi miembro viril. Según ella yo no le cumplía como ella quería y no se sentía a gusto conmigo. No se separaba de mí porque me amaba; sin embargo, ese problema hacía que cada día se sintiera más y más desilusionada de mí.

En ese momento no sabía qué hacer, yo suponía que mi órgano reproductor era normal, pero con lo que escuché, la duda se impregnó en mi mente. Por otro lado, también alcancé a escuchar cómo su amiga la motivaba a conseguirse un amante que la ayude a encontrar su punto máximo de placer.

Doctora, fui al médico y tras varios análisis y pruebas descubrí la triste realidad de que todo era cierto. Mi miembro viril es más pequeño de lo normal y no hay forma de revertir esta situación. No es mi culpa que la naturaleza me haya dotado de un miembro viril tan pequeño. ¿Qué hago doctora? Quiero hacer disfrutar a mi mujer en la intimidad.