Se nos acabó la llama del amor
Se nos acabó la llama del amor

Claudia (San Miguel, 26). Doctora, paso por un extraño momento con mi novio, Diego. El amor no se ha acabado, pero sí la pasión. nuestra vida sexual se inició cuando teníamos tres meses de relación y esa vez no dormimos en toda la noche y lo hicimos siete veces. Fue tanto mi goce que me sentí genial. Obviamente, tenía que repetirse y sí, cada vez que pasábamos la noche juntos teníamos largas jornadas de sexo ininterrumpido. Nuestra vida era agitada.

Con el tiempo, quisimos que las cosas se vuelvan más serias, al sentir que estamos destinados para estar juntos siempre. Por eso no dudé en presentarlo a mi familia y él a la suya. No obstante, desde ese momento nuestros encuentros sexuales bajaron sus revoluciones.

Pasamos de hacer el amor de cinco veces a la semana a solo dos o tres, cuando nos daban las fuerzas, como si de pronto fuéramos viejos. Al inicio me sentí mal, al dejar nuestro gran ritmo.

Después, él me propuso matrimonio y comenzamos a hacer los preparativos para los próximos meses. Sin embargo, pensar que nuestros encuentros sexuales disminuyeron me genera estrés. Ahora, lo hacemos hasta después de tres semanas y en un solo round.

Pese a que lo hemos conversado, no hallamos una respuesta concreta sobre qué pasó con nosotros, pues nos amamos como en el primer día. Falta poco para ser marido y mujer, y no logramos entender cómo nuestro apetito sexual de esfumó. Es más, tenemos miedo de que esto siga así y que se convierta en un detonante para poner punto final a nuestra relación.