Sufro por mi novia fallecida
Sufro por mi novia fallecida

Carlos (32, Carbayllo). Durante tres años fui el hombre más feliz del mundo, doctora. Estuve enamorado de la chica perfecta, con la que tenía planes de matrimonio. Sin embargo, el destino me quitó todos mis sueños y tal vez hasta las ganas de vivir. Resulta que hace 5 años falleció Diana, mi bella y querida prometida. Sucedió en un terrible accidente de tránsito que hasta el día de hoy me cuesta relatar. Ese día también murió parte de mí. No he vuelto a ser el mismo pese a que lo intento. He ido a terapias, pero jamás las termino porque simplemente no puedo hablar del tema y me cuesta expresar el dolor ante un desconocido, por más experto que sea. De igual manera, mis amigos tratan de convencerme de ir a fiestas y reuniones, pero las ganas de conocer a alguien nuevo son precarias. Hasta hace unos meses tuve interés en Camila, una buena chica que llegó a mi trabajo. Al principio solo hablábamos por temas laborales, pero poco a poco fui entrando en confianza con ella. Íbamos a almorzar juntos hasta que pasó un tiempo y tuvimos nuestra primera cita. A pesar de estar un manojo de nervios, me sentí tranquilo y en paz a su lado que quedamos en una segunda salida. Con el tiempo nos hicimos enamorados y por un momento pensé que superaría lo de Diana. Sin embargo, empecé a comparar a mi ex fallecida con Camila, y me di cuenta de que no estaba realmente enamorado. Tuve que ser honesto con ella y terminar, pero siento que la he lastimado. Mi otro temor es que tal vez nunca esté preparado para entablar una relación seria, hasta quedarme completamente solo. ¿Qué hago, doctora?