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El número de casos de violencia física contra los niños ha aumentado en los últimos años. Diversos especialistas han señalado que estos se debe a que los padres de familia usan las agresiones como un método para corregir o disciplinar a los menores.

Ante esta situación, Sofía García, de la ONG IPRODES, estuvo en el programa "Ojo en Familia", para comentar sobre cómo los padres deben dejar atrás el castigo físico y emocional.

Ejemplo. La experta detalla que los adultos no deben pedir un comportamiento que ellos mismo no practican. Se debe tener en cuenta que la violencia solo provoca que los niños sea tímidos o afecten sus relaciones interpersonales en la edad adulta o su rendimiento escolar.

Ley N° 30403. Prohíbe cualquier castigo físico. No se puede utilizar ningún instrumento para agredir a un menor, tampoco la humillación psicológica delante de otras personas.

En el aula. Encuestan indican que también hay mucho violencia entre los adolescentes. Por ello, el Ministerio de Educación tiene una forma en que los niños pueden denunciar estos actos: "Sí se ve". Esto implica que cualquier autoridad (maestro, tutor, director) puede realizar algún castigo físico o humillante, sino otros tipos de mecanismo para corregirlos.

La mejor acción. La especialista recomienda a los padres limitar los beneficios o permisos de sus hijos, ante la falta de orden o disciplina. Por ejemplo, si el menor aún no ha culminado sus tareas, no podrá salir a jugar con sus amigos o de paseo.

Establecer horarios para las actividades en el hogar, que contemple las comidas, los trabajos escolares, el tiempo para jugar, entre otros.

Asesoría. Cuando los padres de familia sientan que no pueden más con el control de sus menores, deben optar por buscar ayuda psicológica en caso de tener niños muy hiperactivos. Una recomendación básica es el deporte, como la natación.

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