NBA: James, el rey que se quedó sin corona, tiene la cabeza en alto
NBA: James, el rey que se quedó sin corona, tiene la cabeza en alto

El alero estrella LeBron James no dejó ninguna duda de ser el "King" de la NBA con su juego individual, pero esta vez no pudo superar a un amigo y rival Kevin Durant, que con su nuevo equipo de los Warriors de Golden State se encargó de dejarle sin la corona de campeón.
James, que jugó las octavas Finales de la NBA, séptima consecutiva, estuvo de nuevo espectacular, pero se tuvo que rendir ante un rival que les dio en todo momento una lección de juego de equipo, de estrategia, de banquillo y de dirección técnica.
Por eso al concluir el quinto partido de las Finales, que se disputó en el Oracle Arena de Oakland, y que ganaron los Warriors por 129-120, y la serie (4-1) al mejor de siete, fue el propio James el que de manera deportiva se convirtió en el primero en felicitar a Durant, que se vengó de cuando perdió las del 2012, las primeras que jugó como profesional con los Thunder de Oklahoma City.
A pesar de ser su verdugo y el jugador, que con su decisión de dejar a los Thunder para irse con los Warriors, ha impedido que la leyenda de James se hubiese agrandado con el cuarto título de liga.
Nada de eso pasó por la cabeza de James, quien en plena celebración de los Warriors dio un largo abrazo y felicitó a Durant antes de salir de la cancha con la cabeza alta pese a haber perdido su quinta final de la NBA.
Con un triple-doble de media en los cinco partidos disputados, James sabía que hubo poco más que él o sus compañeros de equipo pudieran haber hecho para derrotar a unos Warriors que mostraron un gran talento este año tras la incorporación de Durant, nombrado Jugador Más Valioso (MVP) de las Finales.
"No tengo motivos para bajar la cabeza", declaró James al concluir el quinto partido. "No tengo motivos para mirar atrás a lo que podría haber hecho".
James explicó que tampoco tenía que hacer ningún tipo de reflexión sobre su comportamiento en el campo o qué era lo que podría haber cambiado en su juego.
"Di todo lo que tenía en la pista cada uno de los cinco partidos de la Final", subrayó James. "La realidad también fue que al final nos quedamos cortos".
James concluyó el partido con la aportación de un doble-doble de 41 puntos --máximo encestador del partido--, 13 rebotes y ocho asistencias.
Sin embargo, esta vez los 26 puntos del base Kyrie Irving no fueron suficientes para salir del pozo en el que se metieron cuando en el segundo cuarto permitieron a los Warriors una racha de 21-2 que fue letal.
"Eso ha sido lo que nos ha sucedido, pérdida de concentración en determinados momentos de partidos claves como el de esta noche y sobre todo lo que nos pasó en el tercero que jugamos en nuestro campo", valoró James.
Sin embargo, la estrella de los Cavaliers, también reconoció que los Warriors consiguieron con el fichaje de Durant a uno de los grandes jugadores de la NBA que al final marcó la diferencia a favor del equipo de Golden State y en contra del suyo.
Los Cavaliers perdieron dos de tres en esta trilogía de Finales que ambos equipos protagonizaron como algo histórico y que ahora ya está a favor de los Warriors.
Mientras que para James, su único anillo con los Cavaliers fue el que le arrebató a los Warriors en 2016, tras convertirse en el primer equipo de la liga en venir de atrás para superar y superar desventaja de 1-3.
La hazaña dio a los Cavaliers los primeros anillos de campeones de la NBA y a la ciudad de Cleveland el primer título nacional de un deporte desde 1964.
Los Cavs evitaron la eliminación en el cuarto partido con un triunfo 137-116 en su cancha, que les impidió ser el primero en la historia de la NBA que hubiesen sido barridos dos veces en las Finales después de perderlas 4-0 ante los Spurs de San Antonio en el 2007, pero no pudieron completar otra improbable remontada.
Ningún equipo en las Finales de la NBA ha remontado una desventaja de 0-3, y James no pudo ser tampoco la excepción que la superase.
"Fuimos capaces de ganarles el año pasado, y ellos ficharon a uno de los mejores jugadores que haya visto nunca esta liga", admitió James. "Hicieron un gran trabajo, su oficina y sus jugadores, al hacer ese fichaje y las cosas que hicieron durante el verano, y obviamente les dio beneficios".
James firmó una serie espectacular, promediando 33,6 puntos, 12 rebotes y 10 asistencias, en los cinco partidos de las Finales, que hizo que saliese del Oracle Arena sin la corona de campeón, pero con la cabeza en alto.

El alero estrella LeBron James no dejó ninguna duda de ser el "King" de la NBA con su juego individual, pero esta vez no pudo superar a un amigo y rival Kevin Durant, que con su nuevo equipo de los Warriors de Golden State se encargó de dejarle sin la corona de campeón.
James, que jugó las octavas Finales de la NBA, séptima consecutiva, estuvo de nuevo espectacular, pero se tuvo que rendir ante un rival que les dio en todo momento una lección de juego de equipo, de estrategia, de banquillo y de dirección técnica.
Por eso al concluir el quinto partido de las Finales, que se disputó en el Oracle Arena de Oakland, y que ganaron los Warriors por 129-120, y la serie (4-1) al mejor de siete, fue el propio James el que de manera deportiva se convirtió en el primero en felicitar a Durant, que se vengó de cuando perdió las del 2012, las primeras que jugó como profesional con los Thunder de Oklahoma City.
A pesar de ser su verdugo y el jugador, que con su decisión de dejar a los Thunder para irse con los Warriors, ha impedido que la leyenda de James se hubiese agrandado con el cuarto título de liga.
Nada de eso pasó por la cabeza de James, quien en plena celebración de los Warriors dio un largo abrazo y felicitó a Durant antes de salir de la cancha con la cabeza alta pese a haber perdido su quinta final de la NBA.
Con un triple-doble de media en los cinco partidos disputados, James sabía que hubo poco más que él o sus compañeros de equipo pudieran haber hecho para derrotar a unos Warriors que mostraron un gran talento este año tras la incorporación de Durant, nombrado Jugador Más Valioso (MVP) de las Finales.
"No tengo motivos para bajar la cabeza", declaró James al concluir el quinto partido. "No tengo motivos para mirar atrás a lo que podría haber hecho".
James explicó que tampoco tenía que hacer ningún tipo de reflexión sobre su comportamiento en el campo o qué era lo que podría haber cambiado en su juego.
"Di todo lo que tenía en la pista cada uno de los cinco partidos de la Final", subrayó James. "La realidad también fue que al final nos quedamos cortos".
James concluyó el partido con la aportación de un doble-doble de 41 puntos --máximo encestador del partido--, 13 rebotes y ocho asistencias.
Sin embargo, esta vez los 26 puntos del base Kyrie Irving no fueron suficientes para salir del pozo en el que se metieron cuando en el segundo cuarto permitieron a los Warriors una racha de 21-2 que fue letal.
"Eso ha sido lo que nos ha sucedido, pérdida de concentración en determinados momentos de partidos claves como el de esta noche y sobre todo lo que nos pasó en el tercero que jugamos en nuestro campo", valoró James.
Sin embargo, la estrella de los Cavaliers, también reconoció que los Warriors consiguieron con el fichaje de Durant a uno de los grandes jugadores de la NBA que al final marcó la diferencia a favor del equipo de Golden State y en contra del suyo.
Los Cavaliers perdieron dos de tres en esta trilogía de Finales que ambos equipos protagonizaron como algo histórico y que ahora ya está a favor de los Warriors.
Mientras que para James, su único anillo con los Cavaliers fue el que le arrebató a los Warriors en 2016, tras convertirse en el primer equipo de la liga en venir de atrás para superar y superar desventaja de 1-3.
La hazaña dio a los Cavaliers los primeros anillos de campeones de la NBA y a la ciudad de Cleveland el primer título nacional de un deporte desde 1964.
Los Cavs evitaron la eliminación en el cuarto partido con un triunfo 137-116 en su cancha, que les impidió ser el primero en la historia de la NBA que hubiesen sido barridos dos veces en las Finales después de perderlas 4-0 ante los Spurs de San Antonio en el 2007, pero no pudieron completar otra improbable remontada.
Ningún equipo en las Finales de la NBA ha remontado una desventaja de 0-3, y James no pudo ser tampoco la excepción que la superase.
"Fuimos capaces de ganarles el año pasado, y ellos ficharon a uno de los mejores jugadores que haya visto nunca esta liga", admitió James. "Hicieron un gran trabajo, su oficina y sus jugadores, al hacer ese fichaje y las cosas que hicieron durante el verano, y obviamente les dio beneficios".
James firmó una serie espectacular, promediando 33,6 puntos, 12 rebotes y 10 asistencias, en los cinco partidos de las Finales, que hizo que saliese del Oracle Arena sin la corona de campeón, pero con la cabeza en alto.

El alero estrella LeBron James no dejó ninguna duda de ser el "King" de la NBA con su juego individual, pero esta vez no pudo superar a un amigo y rival Kevin Durant, que con su nuevo equipo de los Warriors de Golden State se encargó de dejarle sin la corona de campeón.
James, que jugó las octavas Finales de la NBA, séptima consecutiva, estuvo de nuevo espectacular, pero se tuvo que rendir ante un rival que les dio en todo momento una lección de juego de equipo, de estrategia, de banquillo y de dirección técnica.
Por eso al concluir el quinto partido de las Finales, que se disputó en el Oracle Arena de Oakland, y que ganaron los Warriors por 129-120, y la serie (4-1) al mejor de siete, fue el propio James el que de manera deportiva se convirtió en el primero en felicitar a Durant, que se vengó de cuando perdió las del 2012, las primeras que jugó como profesional con los Thunder de Oklahoma City.
A pesar de ser su verdugo y el jugador, que con su decisión de dejar a los Thunder para irse con los Warriors, ha impedido que la leyenda de James se hubiese agrandado con el cuarto título de liga.
Nada de eso pasó por la cabeza de James, quien en plena celebración de los Warriors dio un largo abrazo y felicitó a Durant antes de salir de la cancha con la cabeza alta pese a haber perdido su quinta final de la NBA.
Con un triple-doble de media en los cinco partidos disputados, James sabía que hubo poco más que él o sus compañeros de equipo pudieran haber hecho para derrotar a unos Warriors que mostraron un gran talento este año tras la incorporación de Durant, nombrado Jugador Más Valioso (MVP) de las Finales.
"No tengo motivos para bajar la cabeza", declaró James al concluir el quinto partido. "No tengo motivos para mirar atrás a lo que podría haber hecho".
James explicó que tampoco tenía que hacer ningún tipo de reflexión sobre su comportamiento en el campo o qué era lo que podría haber cambiado en su juego.
"Di todo lo que tenía en la pista cada uno de los cinco partidos de la Final", subrayó James. "La realidad también fue que al final nos quedamos cortos".
James concluyó el partido con la aportación de un doble-doble de 41 puntos --máximo encestador del partido--, 13 rebotes y ocho asistencias.
Sin embargo, esta vez los 26 puntos del base Kyrie Irving no fueron suficientes para salir del pozo en el que se metieron cuando en el segundo cuarto permitieron a los Warriors una racha de 21-2 que fue letal.
"Eso ha sido lo que nos ha sucedido, pérdida de concentración en determinados momentos de partidos claves como el de esta noche y sobre todo lo que nos pasó en el tercero que jugamos en nuestro campo", valoró James.
Sin embargo, la estrella de los Cavaliers, también reconoció que los Warriors consiguieron con el fichaje de Durant a uno de los grandes jugadores de la NBA que al final marcó la diferencia a favor del equipo de Golden State y en contra del suyo.
Los Cavaliers perdieron dos de tres en esta trilogía de Finales que ambos equipos protagonizaron como algo histórico y que ahora ya está a favor de los Warriors.
Mientras que para James, su único anillo con los Cavaliers fue el que le arrebató a los Warriors en 2016, tras convertirse en el primer equipo de la liga en venir de atrás para superar y superar desventaja de 1-3.
La hazaña dio a los Cavaliers los primeros anillos de campeones de la NBA y a la ciudad de Cleveland el primer título nacional de un deporte desde 1964.
Los Cavs evitaron la eliminación en el cuarto partido con un triunfo 137-116 en su cancha, que les impidió ser el primero en la historia de la NBA que hubiesen sido barridos dos veces en las Finales después de perderlas 4-0 ante los Spurs de San Antonio en el 2007, pero no pudieron completar otra improbable remontada.
Ningún equipo en las Finales de la NBA ha remontado una desventaja de 0-3, y James no pudo ser tampoco la excepción que la superase.
"Fuimos capaces de ganarles el año pasado, y ellos ficharon a uno de los mejores jugadores que haya visto nunca esta liga", admitió James. "Hicieron un gran trabajo, su oficina y sus jugadores, al hacer ese fichaje y las cosas que hicieron durante el verano, y obviamente les dio beneficios".
James firmó una serie espectacular, promediando 33,6 puntos, 12 rebotes y 10 asistencias, en los cinco partidos de las Finales, que hizo que saliese del Oracle Arena sin la corona de campeón, pero con la cabeza en alto.

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