Charlie Gard, un bebé de ocho meses que sufre una rara enfermedad genética fue "sentenciado" a ser desconectado del sistema que le permite seguir con vida en un hospital londinense.
Los médicos del Great Ormond Street se presentaron a los tribunales para que puedan desconectar al pequeño, quien tiene un diagnóstico como paciente terminal y depende de un ventilador para respirar.
Según los galenos, el infante que padece delSíndrome de Agotamiento Mitocondrial, carece de sus funciones básicas motoras y ya casi no puede oír ni llorar.
Fue así que la justicia británica dio permiso a los médicos para desconectar al menor, en contra de la voluntad de sus padres, pues el tratamiento que ellos proponen es muy probable que no funcionaría y anularían el derecho del bebé a “morir con dignidad”.
Sin embargo, lo padres están destrozados y solo esperan pasar más tiempo con su hijo, hasta que el caso pueda ser revisado nuevamente por su abogado.
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