Israel despoja a palestinos de sus tierras y se las da a colonos

La ONG israelí Paz Ahora ha denunciado hoy que Israel expropió las tierras de una familia palestina en Jerusalén Este de forma irregular y, en contra de las normas establecidas para dichos casos, las ha entregado a una organización de apoyo al movimiento colonizador judío en territorio ocupado.

Según la denuncia de Shalom Ajshav (Paz Ahora, en hebreo), de la que da cuenta también el diario local "Haaretz", las autoridades israelíes hicieron entrega de unas tierras a la organización Amana para la construcción de sus oficinas centrales mediante un plan aprobado e implementado a espaldas de la familia propietaria.

Los afectados palestinos presentaron una apelación ante el Tribunal Supremo israelí después de que la Corte del Distrito de Jerusalén rechazara su demanda.

Las fuentes aseguran que ya han comenzado las obras para levantar la sede de la organización pro-colona Amana en el barrio de Sheij Jarrah, situado en la zona de Jerusalén ocupada por Israel desde 1967 y que los palestinos reclaman como capital de su estado.

De acuerdo a un comunicado de Shalom Ajshav, varias autoridades e instituciones están envueltas en el caso, entre ellas, la Autoridad de Tierras israelí, que "en un procedimiento ilegal y engañoso, y sin licitación, expropió las tierras privadas palestinas y las entregó a Amana, una organización de derechas, pro-colona y política e ideológicamente afiliada al gobierno de derecha".

En su nota, declaran que en 1992 dicha Autoridad asignó a esa organización 3.000 metros cuadrados incluidos en una extensión de 400 hectáreas que "el gobierno planeaba confiscar. Estos 3.000 metros nunca fueron legalmente expropiados".

Después, en 1998, el plan urbanístico de la organización fue aprobado por la Autoridad de Tierras y en 2009 "el ministro de Finanzas, Yuval Steinitz, firmó el anuncio de la confiscación por razones de interés público de una nueva parcela artificial que había sido preparada por la Autoridad de Tierras para 'blanquear' las tierras destinadas a Amana", denuncia la ONG.

En la actualidad los propietarios palestinos aún esperan una respuesta del Tribunal Supremo a su demanda de apelación para que cancelen el permiso de construcción.

Israel cuenta con procedimientos por los que regulariza la expropiación de tierras que considera del Estado o incluso terrenos privados en el territorio ocupado, pero de acuerdo al derecho internacional toda construcción con fines civiles más allá de las fronteras previas a la guerra de 1967 es considerada ilegal.

Este fin de semana "Haaretz" afirmó que Amana ayuda al Ministerio de Defensa de Israel en la planificación de un nuevo asentamiento judío en Cisjordania que no goza del reconocimiento oficial del Estado.

Efe ha tratado sin éxito de contactar tanto con la Autoridad de Tierras de Israel como con la organización Amana.