Utilizan a policías armados en hospitales para frenar la violencia
Utilizan a policías armados en hospitales para frenar la violencia

El Gobierno chino ha desplegado policías armados en hospitales del país para frenar los violentos ataques de pacientes o familiares contra el personal sanitario, en plena reforma del disfuncional sistema sanitario del país.
La Comisión Nacional de Salud y la de Planificación Familiar anunciaron conjuntamente la regulación, junto a otros ocho departamentos del Gobierno, publica hoy el diario oficial Global Times.
En ella se indica que los aparatos de seguridad pública debían enviar policías a las instituciones médicas para salvaguardar la seguridad de los médicos y el personal sanitario.
A esos policías, señalaron, se les conmina a tomar "medidas inmediatas" para detener cualquier ataque contra el personal médico, y se les permite utilizar armas contra los atacantes si fuera necesario.
Una doctora del Hospital Universitario Oncológico de Pekín, Zhang Xiaodong, consideró que "enviar policías a los hospitales ayuda a prevenir los ataques contra médicos, porque refuerza el control", en declaraciones recogidas por el mismo diario.
Las personas que introduzcan ilegalmente cuchillos u otras armas a instituciones médicas serán detenidas y, en virtud de una enmienda a la Ley Criminal aprobada el pasado noviembre, aquellos que alteren gravemente el ritmo de trabajo de centros sanitarios serán condenados a entre 3 y 7 años de cárcel.
Desde 2009, el Gobierno chino emprende una reforma sanitaria, y este años ha anunciado que planea crear una red nacional de seguro médico básico a fin de lograr una cobertura universal para 2020, ya que, según datos oficiales, más del 90 % de la población tiene seguros, pero la mayoría muy limitados.
La carestía de la Sanidad para muchos ciudadanos y los exiguos sueldos de los médicos (que en consecuencia aceptan sobornos de las farmacéuticas para vender sus medicamentos, lo que a su vez encarece los productos) ha creado un círculo vicioso de insatisfacción para ambas partes.
La situación ha generado tal malestar que los ataques violentos de pacientes o familiares a profesionales sanitarios, a veces letales, llegaron a una media de 27,3 por hospital en 2012, según la Asociación de Hospitales de China.
Si bien las autoridades chinas aseguran que el número de incidentes se ha reducido desde 2013, los ataques se siguen produciendo por todo el país.
El pasado mayo, Chen Zhongwei, antiguo director de estomatología del Hospital General de Cantón, murió apuñalado por un antiguo paciente en su vivienda, lo que suscitó una campaña de apoyo viral al personal sanitario en Weibo, el equivalente a Twitter.

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