San Juan de Lurigancho: acribillan de dos hermano de 17 balazos y hieren a primo (VIDEO)
San Juan de Lurigancho: acribillan de dos hermano de 17 balazos y hieren a primo (VIDEO)

Dos hermanos murieron a balazos y un primo de ellos resultó herido de gravedad al ser atacados por sicarios que, en un presunto ajuste de cuentas, les dispararon cuando estaban dentro de un auto estacionado en la cuadra 25 de la avenida Constelación, en la urbanización Santa Elizabeth, en San Juan de Lurigancho.

Los hermanos Jhon (21) y Viker Castillo Rojas (23) llegaron alrededor de las 11 de la mañana, en el automóvil Toyota rojo de placa B5X-172, a la casa con número 2570 de la avenida Constelación, para recoger a su primo Regoberto Candia Guillén (25), con quien planeaban comprar fierros para la construcción de la vivienda de uno de ellos.

Con los tres en el auto y a segundos de arrancar, una moto pasó al costado y detrás un auto blanco, de donde bajaron cuatro sujetos que con armas de fuego les dispararon a quemarropa.

Viker Castillo, conductor del vehículo, y su primo Regoberto Candia, en el asiento de copiloto, no tuvieron tiempo de reaccionar. Las balas les impactaron en el cuerpo. El primero fue mortalmente herido y falleció en el acto, mientras que a Regoberto Candia una bala le cayó en el hombro y otra en una pierna.

En tanto, Jhon Castillo trató de escapar y salió del auto, pero las balas lo hirieron mortalmente y su cuerpo terminó al pie de la puerta trasera derecha.

Cumplido su cometido, los asesinos huyeron en el mismo auto en que llegaron. Por su partes, los vecinos alarmados por el ruido de los disparos salieron de sus casas y se encontraron con la impactante escena.

Regoberto Candia, gravemente herido, fue llevado por una ambulancia al hospital de Canto Grande y luego trasladado al hospital Edgardo Rebagliati.

Los inquilinos de la casa donde vivía Regoberto Candia señalaron que era usual ver a los primos conversando en el carro. “Los tres eran muy unidos. Siempre estaban juntos. Había días en que los podía ver sentados en el carro afuera de la casa, conversando tranquilamente”, aseguró una inquilina.

FAMILIARES. 

Al lugar llegaron los familiares de las víctimas, quienes se resistían a creer que sus seres queridos habían sido asesinados.

“Viker estaba comprometido, se iba a casar dentro de poco. Su novia está embarazada y tiene cuatro meses de gestación”, relató entre lágrimas Pilar Castillo Rojas (29).

“Ellos eran chicos tranquilos. Eran trabajadores de una empresa concesionaria de Sedapal. No sabemos por qué los asesinaron. Si hubieran estado por el camino del malvivir, tal vez lo entenderíamos, pero no sabemos qué pudo haber pasado”, comentó Freddy Morales Guillén, cuñado de los hermanos fallecidos.

SOSPECHAS. 

En la escena del crimen, la Policía encontró las pertenencias de las víctimas, incluidos celulares, billeteras con dinero y carnés, por lo que presumen que el ataque se trató de un ajuste de cuentas, ya que no les robaron nada.

Además, la lluvia de balas y los disparos a quemarropa refuerzan la hipótesis de que los asesinos tenían como objetivo matarlos, nunca robarles.

La hipótesis del ajuste de cuentas a manos de sicarios es la más fuerte que maneja la Policía, confirmaron efectivos que investigan este caso.

INSEGURA. 

Tras este crimen, los vecinos de la urbanización señalaron que la zona en donde viven es muy insegura, “tierra de nadie” según algunos residentes.

“Por aquí roban o asaltan en mototaxi. Te amenazan con una pistola y te roban el celular. Este crimen me recuerda uno que ocurrió a finales del año pasado. A un joven que estaba caminando por esta calle le dispararon diez veces. Escuché que unos sujetos en moto lo atacaron y luego huyeron”, afirmó una moradora de la zona.

Otros vecinos pidieron a la Policía mayor patrullaje en el lugar debido a que, además de las víctimas mortales de ayer, algunos de sus familiares pudieron resultar heridos por las balas disparadas ayer en su barrio.

“Cuando escuché los disparos, salí rápido de casa para ver si mis papás, quienes estaban en la calle, se encontraban bien. Las balas les pudieron caer y matarlos”, exclamó indignada otra vecina.

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