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El contrato y la propuesta técnica y económica de Graña y Montero que obtuvo la buena pro para supervisar la obra del Aeropuerto Internacional de Chinchero (Cusco) es ocultado por el Organismo Supervisor de Transportes (Ositran), al declarar “confidencial” al acuerdo.
Ni las empresas competidoras en ese proceso pueden conocer la propuesta del ganador. El congresista Víctor García Belaunde (AP) lo considera ilegal y pidió la información a Ositran.
A pesar de que los responsables del Consejo Directivo del Ositran conocían que la Adenda 1 al contrato de concesión del aeropuerto era lesiva para el Estado y de tener en mano un informe técnico desfavorable de su institución, la aprobaron.
El informe alertó que la modificación contractual desnaturaliza la ley de las asociaciones público privadas, traslada el riesgo al Estado y fija un pago de adelanto “arbitrario” de 40 millones de dólares sin sustento.
Los directivos Antonio Balbuena y Alfredo Dammert votaron a favor, aunque audios que difundió “Punto Final” revelan que horas antes Dammert dijo que era “muy sólida” la sustentación del informe contra la adenda y Balbuena que “en el MTC son brutos o lo han hecho a propósito”.
Los directivos Antonio Balbuena y Alfredo Dammert votaron a favor, aunque audios que difundió “Punto Final” revelan que horas antes Dammert dijo que era “muy sólida” la sustentación del informe contra la adenda y Balbuena que “en el MTC son brutos o lo han hecho a propósito”.
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