Foto: Leandro Britto | GEC
Foto: Leandro Britto | GEC

Un estudio de la Asociación de Bancos del Perú (Asbanc) con apoyo de Ipsos sostiene que el 46 % de la población no le alcanza el salario para cubrir necesidades básicas familiares. Diario OJO conversó con Jorge Carrillo Acosta, profesor de Pacífico Business School, sobre las causas de esta situación y que debería hacer el Gobierno para revertir el problema.

¿Se puede afirmar que esta situación preocupante no cambiará en el mediano plazo?

Si antes de la pandemia teníamos una complicada situación en cuanto a las finanzas de las personas, todavía seguían mostrándose índices en donde la población gastaba más de lo que ganaba y terminaba endeudándose y sobreendeudándose, ahora con más razón después de la pandemia.

A  eso hay que sumar que la pandemia trajo consigo menos ingresos, más gastos y la situación se volvió más crítica. Creo que salir de ese hoyo va a ser muy complicado y va a tomar su tiempo de mediano plazo si es que empezamos a tomar medidas pronto porque la gente simplemente deja que pase el tiempo y se sobreendeuda y luego le echa tierra a la deuda.

Las personas también tienen otros gastos que no son necesidades básicas....

Los básico se refiere al tema de vivienda, salud, educación, transporte, aseo personal; sin embargo, también hay otros gastos que podemos controlar, pero no hacemos muy bien como son los gastos hormiga o los gustos que nos damos de forma semanal como salir a comer afuera, ir al cine, tomar un trago, etc. Eso también influye en el presupuesto y no tomamos conciencia de que podemos empezar a reducir estos gastos y optimizar nuestras finanzas.

El estudio también arroja que un 59 % de los peruanos señala que actualmente gasta más de lo que gana de manera frecuente. ¿Por qué el peruano tiene como hábito gastar más de lo que tiene?

Esto no es algo nuevo. Hay una pobre educación financiera en el país que ha hecho que la gente no sea ordenada, no haga un presupuesto, no planifique sus compras y eso termina pegándole en el bolsillo. Si bien es cierto ha habido avances en el país en el tema de educación financiera, más ha avanzando la crisis económica producto de la pandemia y ha hecho que la situación se ponga peor.

¿La inflación que tanto contribuye a esta situación?

Hay menos ingresos y más gastos y hay más gastos porque hay más inflación. La inflación ha sido un problema muy grave porque en su momento estuvimos en el rango del Banco Central que era entre 1 y 3 %, pero desde el año pasado vimos que estaba por encima de 3 % y ya en los últimos meses por encima de 6 % a nivel nacional. Desde octubre estamos por encima de 6 %, por encima del doble del rango meta y eso implica que cada vez los productos son más caros y cada vez es más difícil y más caro llenar una canasta básica. En la medida en que se controle la inflación podría haber un poco más de espacio para mejorar este tema de finanzas personales.

Se esperaba controlar la inflación a fines de año, ir bajándola progresivamente para llegar a un rango de 3 % como máximo; sin embargo, ya anunció el Banco Central que debido al conflicto entre Ucrania y Rusia el tema va a cambiar y más bien esperan llegar al rango meta en el primer semestre del 2023 y que la inflación empiece a bajar a partir de julio de este año.

¿Que puede hacer el Gobiero para que haya más empleo y trabajadores debidamente empleados?

Para combatir el tema del incremento de precios no hay mucho que pueda hacer porque esto tiene que ver con precios internacionales, más allá del fondo de estabilización de precios para combustibles y de los vales FISE, más allá de eso no se puede hacer mucho. Creo que va por otro lado, por mejorar los ingresos de la población y eso se consigue con trabajo de calidad y el trabajo de calidad se logra con inversión privada.

Lo que hay que impulsar es un clima en donde se promueva la inversión privada y no solo con palabras. El Gobierno tiene que ir más allá de eso con hechos concretos, con respeto a las instituciones, de desterrar por completo la idea de la nueva constitución que genera mucha incertidumbre a los inversionistas. Debe generar un clima de confianza con funcionarios idóneos que promuevan el tema de la inversión, con mensajes claros de parte del Gobierno de no vulnerar el trabajo formal, sino más bien promover la formalización de las empresas informales, y todo esto empezar a hacerlo ya para tener frutos en algunos meses.