Según el nuevo estudio “Abriendo el caño: estado del financiamiento en infraestructura natural para la seguridad hídrica en el Perú, 2021”, realizado por Forest Trends, la inversión del Estado en la seguridad del agua alcanzó su pico en el 2019, cuando se invirtieron S/ 45.9 millones, un incremento de factor 13 desde el año 2014.
Según el nuevo estudio “Abriendo el caño: estado del financiamiento en infraestructura natural para la seguridad hídrica en el Perú, 2021”, realizado por Forest Trends, la inversión del Estado en la seguridad del agua alcanzó su pico en el 2019, cuando se invirtieron S/ 45.9 millones, un incremento de factor 13 desde el año 2014.

En un desafío sin precedente para el desarrollo sostenible del medio ambiente, la inversión pública en infraestructura natural para la seguridad hídrica logró un notable incremento de 13 veces en nuestro país durante los últimos 6 años.

Según el nuevo estudio “Abriendo el caño: estado del financiamiento en infraestructura natural para la seguridad hídrica en el Perú, 2021″, realizado por Forest Trends, la inversión del Estado en la seguridad del agua alcanzó su pico en el 2019, cuando se invirtieron S/ 45.9 millones, un incremento de factor 13 desde el año 2014.

El 83% de los fondos ejecutados provinieron del Estado y el 17% de la cooperación.

Con ello, las autoridades y gestores del agua en el Perú reconocieron el rol indispensable de la infraestructura natural en la gestión de los recursos hídricos, ya que permitirá garantizar la disponibilidad de recursos adecuados, fiables y de calidad para prestar servicios con el agua a todas las actividades sociales y económicas de modo sostenible.

En miras a estos propósitos, hubo un incremento notable de inversiones en el mantenimiento y recuperación de la infraestructura natural para la seguridad hídrica del país en los últimos años.

En ese sentido, se produjo un crecimiento a ritmo acelerado en la recuperación de ecosistemas como bosques y pajonales, hasta la restauración de cochas y amunas, que son las técnicas que nos legaron nuestros antepasados y que siguen vigentes.

En 2020, la mayoría de las inversiones en infraestructura natural fueron financiadas -principalmente- por los gobiernos regionales, que representaron las fuentes de financiamiento de mayor crecimiento en el periodo.

Sus inversiones fueron facilitadas por una serie de cambios en las normas que se dieron en el mismo periodo analizado en el estudio.

Al respecto, Fernando Momiy, director del proyecto Infraestructura Natural para la Seguridad Hídrica, de Forest Trends, sostuvo que “todavía hay mucho trabajo por hacer para que las inversiones superen ciertas barreras técnicas, administrativas y de voluntad política, de modo que fluyan un poco más para que los ecosistemas sigan prestando los grandes beneficios que nos permiten contar con agua en cantidad y calidad, y sobre todo para retribuir el esfuerzo de las comunidades por conservar estos ecosistemas”.

Datos

En el aspecto de financiamiento público en el Perú, los gobiernos regionales lideran con casi el 86% de lo ejecutado en 2020; luego los gobiernos locales, con casi 9%, y el Gobierno nacional (5%).

En el 2019, el 80 % de las inversiones se concentró en seis regiones: Ica, Apurímac, Junín, Ayacucho, Cusco y Amazonas y fueron ejecutadas por los diferentes gobiernos citados.

La mayoría de las inversiones fueron motivadas por el interés de recuperar la capacidad natural de regulación hídrica. Entre las inversiones en infraestructura natural, se invierte con más frecuencia en prácticas de siembra y cosecha de agua, incluyendo la construcción de qochas asociadas con la cobertura vegetal, y la reforestación o forestación.

La cooperación invirtió desde el inicio del periodo 2008-2019, mientras los gobiernos regionales han incrementado de manera notable sus inversiones.

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