El exjuez peruano César Hinostroza se opuso este miércoles a ser extraditado a su país, donde se le acusa de corrupción, porque - dijo - allí es objeto de una persecución política y la condena a la que se enfrenta "es una pena de muerte".
El exmagistrado peruano expuso sus argumentos para no regresar a su país en una vista en la que el fiscal español apoyó su extradición, ya que considera que no existe ninguna persecución política ni cree que se vayan a vulnerar en Perú sus derechos fundamentales.
También denunció que se le procesara por un delito de organización criminal, cuando la Comisión Permanente del Congreso peruano no formuló acusación contra él, por lo que en Perú se enfrenta a una pena que sumaría 38 años de cárcel.
Amenazas de muerte
En Perú, reiteró, temía por su vida porque "había recibido amenazas de muerte". "Todo indicaba que yo estaba destinado a una prisión, una prisión donde posiblemente compartiría celda con peligrosas personas que yo he condenado en 35 años de magistrado especializado en lo penal".El fiscal negó sus argumentaciones, ya que el delito del que se acusa al exjuez, dijo, "no es político ni fruto de una persecución política".
"Qué duda cabe de que una persona que ocupa un alto cargo en la magistratura de su país puede verse en el foco público, por decirlo de una manera suave, puesto que, por la propia naturaleza de los actos de su función, está sometido al escrutinio público, de la misma manera que está sometido a la crítica política", dijo.
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