Un Congreso de la República que casi todo el país desaprueba no puede darse el lujo de maltratar a quienes convoca por alguna investigación, como ocurrió con los policías de la Diviac que acudieron el lunes -junto con el ministro del Interior, Carlos Morán- para explicar la diligencia de captura del expresidente Alan García, quien terminó suicidándose.
Y sorprende que los faltosos sean Jorge del Castillo -quizás el más centrado de los apristas- y el vicealmirante en retiro Carlos Tubino, o sea un militar. La verdad es que el Parlamento está de mal en peor y encima ya volvió Mamani.
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