Los oídos son parte esencial del cuerpo humano. Si los cuidamos adecuadamente podemos disfrutar de todos los sonidos en cada etapa de la vida. Si seguimos malos hábitos, el sistema auditivo podría perder sensibilidad y se dañaría de manera parcial o total su funcionamiento.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de los problemas más comunes del sistema auditivo es la sordera. Se estima que existen más de 430 millones de personas que tienen pérdida de la audición discapacitante y requieren rehabilitación. Agrega que para el 2050, la cifra bordearía los 700 millones.

Luis Verástegui Barahona, especialista en audiología, afirma que actualmente los problemas auditivos se presentan a más temprana edad. Es decir, alrededor de los 40 a 45 años en lugar de los 60 o 70 años. Por ello, es necesario tomar conciencia de este órgano sensorial y saber que la sordera es un mal que no se observa y que por lo general se busca ayuda cuando el sistema muestra pocos restos auditivos.

Para el especialista las causas más frecuentes de sordera son: el uso de audífonos conectados al celular, la exposición frecuente a ruidos, la edad, los factores genéticos, las complicaciones durante el embarazo y el parto así como la automedicación.

El nivel auditivo se mide en decibeles (dB). Una conversación entre dos personas - a un metro de distancia - está en el rango de 45 a 60 decibeles. El sonido se vuelve dañino a partir de los 75 decibeles. A nuestro alrededor hay sonidos que debemos evitar o graduar como por ejemplo: el despertador, el timbre de la llamada entrante de un celular y artefactos como la licuadora o una aspiradora. Estos elementos superan los 80 decibeles”, explica el director del centro audiológico AudiPhone.

Como todos los años, el 3 de marzo se celebró el Día del Cuidado del Oído y la Audición. Una fecha establecida en el 2007 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el objetivo de promover los exámenes audiológicos, desde el nacimiento y estar atento a cualquier síntoma en todas las etapas de la persona a fin de gozar de una buena salud auditiva.

Verástegui Barahona asegura que la pérdida auditiva puede evitarse siguiendo una serie de cuidados desde la infancia y dejando de lado algunos hábitos que muchas veces consideramos “normales”. A continuación, brinda siete consejos básicos para cuidar y mantener sanos los oídos:

  • No introducir al oído sustancias como aceites, gotas, agua oxigenada u objetos como hisopos, palo de fósforo, llaves u otros elementos que puedan empujar la cera hacia adentro y dañar el tímpano.
  • Mantener los oídos limpios y secarlos después de ducharse. La limpieza debe ser solamente la parte externa del oído para evitar la presencia de humedad y posibles infecciones por hongos.
  • Evitar la automedicación. Ante cualquier dolor, inflamación, zumbido o secreción es recomendable acudir a un especialista.
  • Aplicar la regla 60/60 cuando decidimos escuchar música a través de audífonos. Es decir, limitar el tiempo de exposición de los oídos a 60 % del nivel de volumen sobre un tiempo no mayor de 60 minutos.
  • Cuidarse de los golpes en la cabeza. Cualquier contacto puede provocar un traumatismo en la zona del oído.
  • Evitar largas conversaciones a través del celular. El conducto auditivo es un sistema sensible que se ve afectado por la gran cantidad de ondas electromagnéticas que emiten los equipos móviles.
  • A partir de los 40 años es importante realizarse una audiometría una vez al año. Se trata de un examen rápido y no invasivo que puede alertarnos algún riesgo. La sordera cuando se presenta es generalmente irreversible.