La convivencia con el coronavirus durante el año 2021 comprendió dos marcadas etapas: una implacable, que golpeó con más fuerza el sistema de salud peruano dejando a miles de fallecidos, y otra silenciosa, en la que los casos y las hospitalizaciones descendieron.

La primera inició con un aumento sostenido de contagios y fallecidos, que se visibilizó desde febrero y alcanzó su máximo pico en abril, mes en el que llegaron a morir a diario 820 ciudadanos en el país, según el analista de datos, Juan Carbajal.

Se trató de la segunda ola de la pandemia de Covid-19, que dejó peores consecuencias que la primera reportada en el 2020 en cuanto a letalidad y casos, agregó el también ingeniero.

“En ambas olas, los adultos mayores han sido los más vulnerables (...) Se contagiaron menos, pero fallecieron más: 61,524 en la primera y 78,903 en la segunda”, anotó.

Errores agravaron segunda ola y persisten en la actualidad

Aunque el enemigo ya no era un completo desconocido, para el decano del Colegio Médico del Perú (CMP), Miguel Palacios, tanto las autoridades como la población cometieron errores que conllevaron a un escenario más grave.

“Este año se siguió adoleciendo del defecto del 2020, en teoría sabíamos que se debía hacer un diagnóstico precoz, pero no se realizaban las pruebas en la cantidad adecuada”, comentó a OJO.

Otro tema, añadió, es que no se pudo gestionar la llegada de vacunas a tiempo, en comparación con los países vecinos, lo que hizo enfrentar a los médicos a una segunda ola sin la debida protección inmunológica y provocó que en un solo mes fallecieran 75.

En cuanto a las personas, comentó, del miedo, pasaron al hartazgo y, finalmente, al relajo de las medidas de bioseguridad, lo que fue el disparador de una ola que no se pudo controlar.

El presidente de la Sociedad Peruana de Medicina Intensiva (Sopemi), Carlos Lescano, recordó que en ese periodo se llenaron las camas UCI y había listas de espera. “Pacientes que tenían la indicación de ingresar a UCI, no accedieron y muchos de ellos fallecieron porque nunca tuvieron la oportunidad”, dijo a este diario.

Cambian horario del toque de queda en Lima y Callao: de 11 p.m. hasta las 4 a.m. del día siguiente

La segunda etapa, refirió Carbajal, se caracterizó por el descenso de los contagios y muertes por COVID-19, lo cual se dio a la par del avance de la campaña de vacunación contra el virus. El “silencio epidemiológico” se ha mantenido por unos meses, pero desde noviembre la tendencia se revirtió y ha empezado a subir, generando una .

Ante una posible tercera ola, Palacios remarcó la necesidad de que el Gobierno realice 120 mil pruebas moleculares diaria, lo que ahora está en 40 mil, la instalación de más camas, y sobre todo, la implementación de centros de oxigenoterapia en el primer nivel de atención.

Lescano coincidió en la importancia de reforzar postas y centros de salud para atender y dar oxígeno a tiempo a los pacientes, pero enfatizó que otro requerimiento es la de tener más personas, en especial médicos intensivistas, y mejorar sus condiciones de trabajo. En ambos casos, aún hay deficiencia.

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