La pandemia de coronavirus es, para el Perú, sinónimo de una gran tragedia. Entre el 1 de marzo del 2020, cuando se detectaron los primeros casos, y el 22 de mayo último, fallecieron 180,764 personas en el país a causa del COVID-19, según el informe final que presentó el Grupo de Trabajo Temporal (GTT), creado por el Ejecutivo para actualizar cifras.
Este número, que representa solo al 37.6% de las muertes reportadas por la Sala Situacional del Ministerio de Salud (Minsa), fue estimado a través de siete criterios como tener un diagnóstico con pruebas moleculares y antígenas, pruebas rápidas o imágenes, ser un caso sospechoso con cuadro clínico compatible o un contacto positivo, entre otros.
En total, el equipo de expertos contabilizó 89,884 decesos ocurridos durante la primera ola, de marzo a noviembre de 2020, y 90,880 en la segunda, que va de diciembre de 2020 al 22 de mayo del 2021. Aunque la propagación del letal virus afectó a todo el territorio peruano, algunas regiones fueron más goleadas.
Cifra oculta de muertes por coronavirus
De acuerdo a Mateo Prochazca, uno de los científicos independientes involucrados en el grupo de trabajo, la cantidad de víctimas mortales del COVID-19 a las que se les detectó el virus con una prueba PCR o de antígenos fue muy baja en la primera ola debido a la falta de acceso a estas. En cambio, en la segunda aumentó, pero igual permaneció una cifra oculta.
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Las 180,764 muertes reveladas en esta nueva actualización muestra una diferencia de más de 112,000 en comparación al número acumulado que brindó el Minsa hasta la misma fecha, el pasado 22 de mayo (68,053). Incluso, esa amplia brecha se mantiene si se coteja con el último dato publicado el domingo de 69 342.
Esta desigualdad está presente también en cada región. Según información detallada por Prochazca, la ciudad de Lima y la provincia constitucional del Callao concentran más de 92 mil decesos; es decir, la mitad de todo lo registrado. La macrorregión norte fue una de las más golpeadas tras la capital, siendo Piura la que más decesos ha sumado. En el oriente del país, la primera ola causó más estragos que la segunda, mientras que en el centro y sur ocurrió lo contrario. Asimismo, Junín, Áncash, Ica, Lambayeque y La Libertad registran más decesos en número absoluto.
Además de sincerar la cantidad de fallecidos, el grupo de trabajo creó una nueva base de datos denominada NOTI-Sinadef, una herramienta epidemiológica que, de acuerdo a Edgar Nepo, médico que integra el equipo, permitirá al Minsa describir y analizar la pandemia en el Perú con el fin de evaluar el impacto de políticas públicas y medidas de control establecidas, como la vacunación.
El ministro de Salud, Óscar Ugarte, sostuvo que desde hoy el Gobierno aplicará una nueva metodología para contabilizar las muertes por COVID-19 en el país. “Se implementará en adelante la metodología recomendada. Esto requiere de una resolución ministerial porque modifica la metodología anterior que nos ha llevado a una situación de no precisión en los datos”, indicó.
Ugarte también anunció que ante la asamblea del Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se realizará en estos días, el Perú propondrá la metodología formulada por el equipo de expertos para que sea un insumo a seguir. “Nos interesa que estos aportes se inscriban en la propuesta que hace la OMS a todos los países de revisar la información, porque ya la OMS supone que hay un desfase entre la información dada y la realidad”, refirió.
El Grupo de Trabajo Temporal estuvo conformado por científicos independientes como Prochazca, Patrick Wieghardt, Edgar Nepo y Ragi Burhum, así como por funcionarios públicos y expertos del Instituto Nacional de Salud (INS) y del Centro Nacional de Epidemiología del Minsa.