La firma de abogados Pogust Goodhead ha presentado una demanda por 1,000 millones de libras esterlinas (aproximadamente U$S 1,200 millones) en un tribunal de los Países Bajos contra la empresa Repsol, luego del derrame de petróleo en el mar de Perú en 2022, considerado el peor desastre ambiental por las autoridades locales.
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La denuncia fue realizada en nombre de la Fundación Holandesa de Derechos Ambientales y Fundamentales, que representa a 30,000 demandantes peruanos afectados por el derrame. El bufete busca recuperar al menos mil millones de libras esterlinas en daños para los afectados.
Pese a las investigaciones locales, la firma señaló que “a pesar de las investigaciones de las autoridades locales, cientos de miles de lugareños afectados todavía no han recibido ningún tipo de compensación, los negocios han colapsado y las vidas han sido destruidas”.
“Comportamiento contradictorio”
En respuesta, Repsol emitió un comunicado indicando que considera que la demanda “no tiene fundamento”. El director ejecutivo de Pogust Goodhead, Tom Goodhead, criticó a Repsol, afirmando que su comportamiento es contradictorio con la reputación de la empresa.
“Repsol es una empresa que dice tener una reputación valiosa, que se preocupa por el medio ambiente y promueve proyectos sociales, pero eso es una tontería”, expresó el director ejecutivo de la firma de abogados. “La realidad es que su comportamiento es completamente contradictorio”, agregó.
Consecuencias del derrame de petróleo
El derrame de petróleo, que ocurrió el pasado 15 de enero del 2022 durante una descarga hacia una refinería de Repsol, impactó un área de agua y tierra un poco más grande que la ciudad de París. Perú estima que se derramaron 11,900 barriles de petróleo, mientras que Repsol sostiene que fueron alrededor de 10,400 barriles.
El desastre afectó la fauna local, con 300 aves muertas y 1200 animales cubiertos de crudo entre cormoranes, guanayes, piqueros, pingüinos de Humboldt, pelícanos y gaviotas peruanas. El gobierno peruano aún no ha anunciado cuándo los pescadores podrán regresar a las aguas del Pacífico.