Hoy, que se conmemora el , la celebración será distinta. El estrés y el gran tráfico, característicos de esta fecha han desaparecido. Hay que guardar el distanciamiento y este es el mejor regalo.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), ocho millones 529 mil madres celebran hoy su día. Y en esta oportunidad, varias madres peruanas la pasarán trabajando, pues se encuentran en la primera línea de batalla contra el , como el personal médico y policial. O heroínas anónimas, como el personal de limpieza. Y hay quienes brindan servicios esenciales como los canillitas.

EN PRIMERA FILA

La alférez de la Policía Nacional Yusy Valenzuela Veramendi se desempeña en el Escuadrón de Emergencia del Callao y desde esa posición lucha para lograr que la cifra de fallecidos e infectados por el COVID-19 disminuya. Día a día, desde las 6 a.m., sale a patrullar las calles y a intervenir a los ciudadanos que desacatan el aislamiento social obligatorio.

“Mi calidad de dama no me resta al lado de mis colegas varones al momento de hacer mi trabajo. Al contrario, me hace más fuerte porque tengo una gran inspiración: mi hijo de dos años”, cuenta la oficial.

El pequeño Alessandro Thiago es su motor y motivo en estos momentos difíciles en los que tiene que salir a combatir esta pandemia.

No abrazo a mi hijo desde que empezó la pandemia, solo lo saludo de lejos. Por ahora es así, en aras de protegerlo a él y a mí también. No hay que darnos por vencidos ante este enemigo invisible. Tenemos que ser conscientes porque al salir a la calle, lo único que estamos haciendo es buscar la muerte”, sentenció.

Toda guerra no da tregua. Por ello, Yusy no celebrará su día acompañada de los abrazos de su hijo y esposo. Es consciente de que en estos momentos se tiene que reforzar el servicio policial y dar lo mejor.

NUNCA DESCANSA

En el cruce de la avenida Francisco Lazo y el jirón Emilio Althaus, en Lince, el kiosko de periódicos de Carmen Alejos Román, pese a la pandemia, continúa en pie. Este negocio, al que se dedicó desde los 16 años, le permitió tener una casita y sacar adelante a sus dos hijas, una de 18 y otra de 15 años. Aunque ahora son tiempos difíciles, esta mujer de 43 años, proveniente de Áncash, se las ha ingeniado para reinventarse.

“Hago muchos más repartos a casa. Siempre con mi mascarilla y todo mi equipo protector. Ahora que las personas no pueden salir, también les he propuesto, por ejemplo, además de llevarles el periódico, comprarles el pan o hacer otros favores. Son varios los que necesitan este servicio. Con eso gano unos centavitos más”, contó con entusiasmo.

FRENTE AL VIRUS

Yolanda Chambi Puma trabaja como enfermera en la UCI COVID-19 del hospital Alberto Sabogal de EsSalud y es la que, literalmente, se encuentra frente al cañón en esta guerra contra el letal virus. Ella monitorea, atiende, cuida, brinda las pastillas y todas las atenciones a los pacientes infectados, por lo que su nivel de seguridad debe ser estricto, desde que sale de casa y al salir del hospital.

Estamos en contacto con los pacientes, verificamos que todo esté bien con su respirador y muchas veces somos lo primero que ven los pacientes infectados, que luego de una lucha, consiguen abrir los ojos. Estamos allí para seguir motivándolos”, relató.

Yolanda tiene cuatro hijos, tres de ellas mujeres, quienes comprenden su trabajo. “En esta fecha no se puede celebrar, dado que estamos librando una dura batalla en la que buscamos salir airosos”, dijo.