EE.UU. presiona  a Corea del Norte
EE.UU. presiona a Corea del Norte

Corea del Norte advirtió el lunes en la ONU que “una guerra termonuclear puede desatarse en cualquier momento”. Ante esto, Estados Unidos ensaya dos vías para enfrentar al régimen del dictador norcoreano Kim Jong-un. Una es la militar; y la otra, la presión internacional.

Para llevar a cabo este último cometido, el número 2 de la Casa Blanca, el vicepresidente Mike Pence, estuvo ayer en Japón. Allí declaró que Washington aspira a “poner de acuerdo a la comunidad internacional” para “aplicar más presión diplomática y económica” a Corea del Norte y tratar de empujarle hacia la desnuclearización.

Pence recalcó que el anterior enfoque estadounidense de “paciencia estratégica” ante Corea del Norte “ha fracasado” y solo ha obtenido como frutos “promesas incumplidas y más provocaciones” por parte de Pyongyang (capital norcoreana), por lo que el Gobierno que lidera Donald Trump emprenderá por un camino distinto.

Lo que Estados Unidos busca es el apoyo de Japón, Corea del Sur y sobre todo de China.

Pence hizo ayer un llamado a que China se involucre más en resolver el problema norcoreano. Desde Pekín, han respondido que el gigante asiático está “comprometido” con la desnuclearización de la península coreana, pero sobre todo con el uso de “medios pacíficos y diplomáticos”. Por lo pronto, parece que China no quiere alinearse con Estados Unidos contra Corea del Norte.

Despliegue militar. Si la estrategia no militar fracasa, Donald Trump amenaza con una intervención bélica. Ayer, Washington desplegó 1250 marines en el norte de Australia, los cuales están “listos para pelear” en un eventual conflicto con Corea del Norte, según un alto mando militar estadounidense.

Washington, además, anunció que enviaría a aguas próximas a la península coreana el portaaviones de propulsión nuclear USS Carl Vinson, y el propio Pence advirtió a Kim Jong-un de “no poner a prueba la determinación que Trump ha mostrado” con sus bombardeos en Siria y Afganistán.

Pyongyang, por su parte, ha elevado en los últimos días sus habituales amenazas de ejecutar ataques nucleares contra Estados Unidos y sus aliados y continuando con sus insistentes ensayos armamentísticos, incluido un nuevo lanzamiento de prueba de misil el domingo, el cual estalló tras ser disparado.

El Ejército norcoreano también hizo desfilar el sábado un tipo de proyectil nunca antes mostrado en público y que podría ser un nuevo misil balístico intercontinental (ICBM) con capacidad de alcanzar territorio estadounidense. La presentación de la nueva arma se hizo con motivo de la celebración del 105 aniversario del fundador del país, Kim Il-sung, abuelo de Kim Jong-un.

Advertencia norcoreana. El lunes, en entrevista con la agencia de noticias EFE, Kim Chang-min, representante del Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte, dijo que su país responderá a cualquier agresión de Estados Unidos.

“Sería un error esperar que Corea del Norte responda como Siria, que no tomó ninguna medida después de haber sido atacada por EE.UU.”, dijo Kim.

Asimismo, el funcionario dijo que “si las pruebas nucleares son una amenaza para la seguridad mundial, EE.UU. sería el primero que debería ser sancionado”, pues es el país con mayor arsenal nuclear del mundo.

Asimismo, el funcionario dijo que “si las pruebas nucleares son una amenaza para la seguridad mundial, EE.UU. sería el primero que debería ser sancionado”, pues es el país con mayor arsenal nuclear del mundo.