Qué tal.

De vez en cuando los congresistas nos sorprenden con iniciativas legislativas de verdadera utilidad, sustentando de esta manera no solo el sueldazo que se llevan sino también la función constitucional de representación que les es inherente.

Lo decimos por la ampliación de cuatro a diez días de la licencia por paternidad a los trabajadores del sector público y privado que aprobaron en la víspera.

Es más, la licencia con remuneración se extenderá por diez días más si el hijo nace prematuro o en condiciones de cuidado especial, entre otras atingencias.

Si todo el tiempo se ocuparan en producir leyes de esta naturaleza, necesarias, precisas y con cierta dosis de sensibilidad, nadie les diría nada ni tendrían tan alto porcentaje de desaprobación, como lo indican las encuestas.

Enhorabuena que los padres de la Patria se hagan una, sobre todo en un rubro como la  o  que, dadas las necesidades en los diversos centros de salud, siempre acarrean problemas. En este caso se está apoyando a la familia para que esté junta y enfrente unida la llegada de un nuevo integrante.

Se trata, pues, de un buen gesto del alicaído Congreso ad portas del Día del Padre. Ojalá no sea flor de un día porque, además, una golondrina no hace verano.

Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta mañana

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