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Qué tal.
La encuesta de Ipsos debe haberle apagado la sonrisa a Keiko Fujimori. Y es que su desaprobación llega a 80% y su aprobación va cuesta abajo con 15%.
Al parecer, ya fueron los tiempos en que se hablaba de una aceptación dura, compacta, inamovible y base de una tercera aspiración presidencial.
Y atención a los alegatos del pueblo para estas cifras de la mandamás de Fuerza Popular:
El 72% porque cree que está “involucrada en actos de corrupción”.
El 51% porque “solo busca su propio beneficio”.
El 19% porque “es autoritaria/impone sus ideas”.
El 18% porque “no tiene experiencia política”.
El 16% porque “no sabe conducir al partido fujimorista”.
El 15% porque “hace oposición obstruccionista/no colabora con el gobierno”.
Y algo que debe preocuparle y samaquear su ego es que el 9% entiende que “no tiene liderazgo”. Uyuyuy.
Si, como dicen, la voz del pueblo es la voz de Dios, la señora Fujimori tiene que empezar a santiguarse, signarse y persignarse porque ya la alcanzó la desazón general y de esto no tenemos la culpa los periodistas, como insinúan algunas voces naranjas.
Esto fue todo por hoy, miércoles, guardo el lápiz, hasta mañana.
Esto fue todo por hoy, miércoles, guardo el lápiz, hasta mañana.
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