Qué tal.

Pedro Chávarry tiene que irse, dar un paso al costado, apartarse del cargo o lo que fuere, pero no puede permanecer ni un minuto más en el sillón de .

Un magistrado que miente y miente, como haber negado que asistió a un almuerzo con periodistas planificado por la dupla César Hinostroza-Antonio Camayo, ya no tiene cabida como cabeza del .

Nos hubiésemos ahorrado trámites si Chávarry escuchaba al presidente Vizcarra, a la vicepresidenta Aráoz, al primer ministro Villanueva y a otro tanto de personajes que le pidieron no jurar al cargo porque ya estaba involucrado en los audios de la vergüenza.
Sin embargo, un golpe de mesa de la Junta de Fiscales dio pase a su investidura como nuevo Fiscal de la Nación, en reemplazo de Pablo Sánchez, y ahora el escándalo es de proporciones.El que debe estar tapándose la cara es el expresidente del Congreso, , quien con su presencia avaló a un personaje cuestionado desde el saque cuando la Ley Orgánica del Ministerio Público establece que para ejercer como Fiscal de la Nación se debe prestar juramento ante el presidente de la República. Y eso no ocurrió.

Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta mañana.