“Fausta, pastelería casera”, un emprendimiento que ofrece dulces de antaño para la felicidad
“Fausta, pastelería casera”, un emprendimiento que ofrece dulces de antaño para la felicidad

La vida suele darnos momentos amargos cuando uno menos lo imagina. Eso lo sabe bien Milagro Huamán cuando se enteró que su hijo, a los dos años, fue diagnosticado con . Lejos de amilanarse, secó sus lágrimas y se puso a endulzar su vida y la de sus seres queridos con lo que mejor sabe hacer: la pastelería.

En una entrevista para , Milagro Huamán, periodista de profesión y fundadora de la ONG “¡Soy autista y qué!”, nos abre las puertas de “Fausta”, su propio negocio, y nos recuerda que la familia es y será siempre lo más importante.

¿Qué significado tiene la cocina para ti en tu vida?

Es más que un oficio lucrativo, es un escape. Ha sido un lugar en donde yo podía soltar lo mejor de mí y desahogarme cuando las cosas se ponían difíciles.

¿Y cómo nació la idea de convertirlo en un emprendimiento?

Empecé a vender postres, alfajores y pastelitos a 10 soles la porción a mis amigas. Pero en fechas especiales, como Navidad o el Día de la Madre, nos pedían como 300 a 1000 cajas, y fue allí que decidí abrir mi propia tienda en el 2017.

Milagro Huamán, emprendedora y propietaria de la dulcería Fausta. (Foto: César Bueno)
Milagro Huamán, emprendedora y propietaria de la dulcería Fausta. (Foto: César Bueno)

¿Hay alguna historia detrás del nombre “Fausta”?

Es en honor a mi bisabuela, una mujer de Huánuco quien crió a mi papá como su hijo cuando él se quedó huérfano. Ella preparaba postres típicos del pueblo y los vendía a todos los pasajeros que transitaban de Lima a la Selva, en la carretera central. Es un homenaje a mi bisabuela, pero también a la mujer provinciana y luchadora del Perú.

¿Cómo se diferencian tus productos de los demás?

Nosotros hemos ido al rescate de los dulces de antaño y de convento, esos que comía tu abuelita o tu mamá hace más de 60 a 70 años. Por ello, ofrecemos los guargüeros moqueguanos, el King Kong lambayecano, el turrón de Doña Pepa, los alfajores de pecanas con sal de Maras, todo con un toque moderno. Son muy caseros y te hacen pensar en tu familia, en tu abuelita o mamá que quizás ya no estén.

¿Cómo afectó la pandemia a tu emprendimiento?

Estuvimos parados durante un tiempo, pero cambiamos de giro y nos volvimos pastelería y panadería, hasta hacemos menús ahora. Nos reinventamos. Además, nos dimos con la grata sorpresa de que la gente nos había extrañado.

¿Cómo mantener el buen ánimo?

Siempre he sido positiva. Jamás me van a oír diciendo que me va mal. Yo estoy convencida de que si tienes un buen producto y eres honesta, eso se verá reflejado.

¿Con qué dulces nos sorprenderás más adelante?

Se viene la primavera, pero antes se celebra la fiesta de Santa Rosa de Lima. Pensando en eso, hemos sacado el Box de Rosas y Conventos, que incluye macarrones y galletas hechos con agua de rosas, limones rellenos y guargüeros para homenajear a nuestra patrona de Lima y las Américas.

¿Qué le dirías a las mujeres que aún no se animan a empezar su propio negocio?

Que nunca dejen de luchar, que el solo mirar a sus hijos las nutra de energía para salir adelante. No solo por ellos, sino también por nosotras mismas.

Ojo al dato:

El local se encuentra ubicado en la calle Gral. Mendiburu 738, en Miraflores. El horario de atención de lunes a sábado de 10 a.m. a 7 p.m.