Magnolia Quiñones, la hija del quien lamentablemente falleció en el hospital Regional de Nuevo Chimbote, contó el calvario que vivió durante las últimas semanas cuando su padre permaneció internado luchando contra este virus.

Según relató, cuando la víctima se contagió de esta enfermedad los primeros días del mes de febrero, de inmediato se comunicó con la doctora de la Universidad Cayetano Heredia, quienes lo monitoreaban constantemente, y le indicó que debía viajar a Lima para que se hicieran cargo de su padre. Sin embargo, esto no se pudo concretar ya que el señor se puso muy grave y se declaró la cuarentena.

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Juan Quiñones Miranda, de 74 años de edad, saturó 70 y lamentablemente no resistió más. “Los investigadores de la universidad llamaron al hospital, se comunicaron con el director, con el jefe de UCI, para pedirles que le den una cama, pero no se la dieron”, dijo Magnolia.

La respuesta que dieron es que mi papá, por ser de 74 años, ya no le correspondía una cama UCI porque parte de los protocolos del hospital y de todo el estado a nivel nacional, es salvar a los mas jóvenes, a los que presenten mejores condiciones de salud, agregó indignada.

Por otra parte, Magnolia Quiñones señala que ni ella ni su familia están al tanto si su padre recibió el placebo o la vacuna correspondiente. “Queremos una investigación porque sabemos que hay grupos que han recibido la respuesta, pero a mi papá hasta ahora no le llega”, expresó.

“Mientras los congresistas, los políticos, los gobernantes, los ministros, escogen las vacunas y se vacunan en silencio, le han puesto un placebo a un hombre de 74 años... Eso se llama genocidio, no tiene otro nombre”, finalizó diciendo para Exitosa.

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