No es un secreto que en temporadas de sequía se registran incendios forestales que arrasan con la fauna y flora, y hasta causan la muerte de personas. En estos momentos hay decenas de estos incendios en Cusco, Apurímac, Amazonas y otras regiones.
Es sabido que los campesinos queman la maleza de sus chacras para cultivar; sin embargo, el fuego se les va de las manos y cuando quieren controlarlo ya es demasiado tarde, porque avanza atizado por la reseca vegetación. La “quemazón”, como es llamada en Amazonas, muchas veces cobra la vida de personas que no pudieron escapar a tiempo, como ha ocurrido hace poco en Apurímac. Y también hay gente malintencionada que prende fuego a propósito. Los campesinos deben entender que no pueden prender fuego en sus chacras por seguridad y si lo hacen sin autorización pueden ser penados con entre 4 y 12 años de prisión. Es más, ellos mismos deben denunciar estos hechos.