Qué tal.

Si alguien no se conmovió esta mañana con el triunfo de es porque tiene agua en las venas en lugar de sangre.

Tuvieron que pasar 36 años para volver a gritar un gol en los mundiales. Y fueron dos golazos. Uno de  y el otro de. La “Culebra” y el “Depredador”. Y con ellos el empuje de todo un país diseminado por todo el mundo, pero unido en un solo corazón.

Dicen que las despedidas son muy tristes. Mentira. Hay despedidas con una dosis de alegría. Y de esto pueden dar fe los jugadores que integraron la selección que participó en el Mundial . Dejan las tierras de Putin con una amplia sonrisa, que vale más que el lamento.

No clasificamos a la siguiente ronda, sin embargo, la Patria entera y Gareca entienden que hay un equipo para soñar con mejores resultados a corto y mediano plazo. A Dinamarca lo tuvimos ahí. A Francia igual. Y hoy derrotamos a Australia 2-0.

No hubo octavos de final, pero sí un grito de guerra que se escuchó en todo el planeta: Perú existe y junto a una hinchada extraordinaria y al DT Gareca -que para mí sí se queda- algún día tocaremos la gloria. Nos vemos en Qatar 2022.

Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz mundialista, hasta mañana.

OJO CON ESTO:


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