En una antigua casona del Centro Histórico de Lima, que perteneció al presidente vitalicio del Perú, Francisco García-Calderón Landa (1834-1905), y que años después pasó a ser la casa pensión de las jugadoras de la Selección Peruana de Vóley, en uno de sus extensos pasadizos de madera emerge uno de los nacimientos más grandes de la capital: 20 metros de largo con más de mil piezas.
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Este nacimiento -de María, José, el niño Jesús, sus pastores, Reyes Magos, animalitos y la villa de Papa Noel- se arma en esta casona, ubicada en el jirón Camaná 983, segundo nivel, desde hace 12 años y el encargado es Alberto Amadeo Alva Cavero (68), responsable del mantenimiento de este lugar que empezó laborando como conserje.
“Esta casona le perteneció primero al presidente vitalicio Francisco García Calderón. Luego pasó por otros propietarios hasta que llegó a manos de la familia Castañeda. Yo conozco a los dueños desde el año 1985″, recuerda.
“Cuando yo llegué a trabajar con ellos me dijeron que me hiciera a cargo de esta zona, de los cuartos que se le llamaba “El Pensionado”, que se creó en ese entonces para las voleibolistas de la selección que la mayoría era de provincia, y desde entonces empecé a armar el nacimiento cada año”, cuenta Alberto Alva.
La mayor ilusión de Alberto Alva era tener un cuarto especial para armar el nacimiento y cuando le informaron que iba a administrar el local se sintió el hombre más feliz y afortunado y desde el 2012 el pasadizo se convierte en una villa.
Alva Cavero, quien vive solo tras quedar viudo, inicia el armado del nacimiento desde el 2 de noviembre en sus horas libre y se toma unos 20 a 25 días en terminarlo. Primero elabora la base con maderas y algunas parihuelas. Compra un ciento de papeles decorativos para forrar la base y también para que le sirva como piso o paredes. “Todos los años cambio de modelo. En este 2023 he incluido la Villa de Papá Noel. También le he hecho su chimenea. El misterio es el mismo desde hace 12 años”, precisa.
Algunas casitas están inspiradas en la época del Coliseo Romano. Para ello utilizó tecnopor y luego los pintó con tempera. Para el cielo utiliza algodón.
Para Alberto Alva “la Navidad significa muchas cosas. Es lo más hermoso y por eso me gusta hacer el nacimiento grande y pongo todo mi empeño y creatividad para que cada año me salga más bonito que el año anterior”, manifiesta.