Su creatividad y habilidades artísticas han sido los salvavidas de Angie Mabel Panta Luna, una emprendedora del distrito Mi Perú, Ventanilla, y madre de 3 niñas -Melanie, Romina y Flavia-, que descubrió sus dotes para la decoración de eventos casi por casualidad. “Todo empezó cuando hice un mural en el cuarto de mi hija Romina, le pinté a la princesa Aurora de Disney”, cuenta. Una vecina quedó fascinada con su trabajo y le pidió que lo replicara en el cuarto de su pequeña. Luego, se animó a crear adornos en trupán, inició con unos sencillos letreros y después empezó a trabajar pecheros, lámparas y otros productos para niños. “Al principio, no sabía que se tenía que pintar, barnizar y pulir. Compré este material porque era económico”, recuerda entre risas.

EMPRENDER DE A DOS. Esta experiencia le sirvió para animarse, de la mano de su esposo Marco Antonio Gallardo, con quien lleva 24 años juntos, a invertir en DecoAngie, una empresa que planifica todo tipo de celebración en su totalidad. “Mi esposo es mi socio mayoritario, es mi brazo derecho, él está detrás de todo la estructura que conlleva un evento, desde el traslado hasta el montaje y desmontaje”, expresa orgullosa.

BUEN GUSTO Y DEDICACIÓN. Angie es organizada y obsesiva con los detalles, le encanta generar ambientes únicos y, sobre todo, hacer realidad lo que tienen en mente sus clientes. Según el paquete que se elija, su servicio puede incluir la decoración, música, servicio de buffet, candy bar, maestro de ceremonia, Dj, sonido, mobiliario, toldos, estructuras y más. Los precios son económicos y justos.

SOBREVIVIR A LA CRISIS. La pandemia ha significado un antes y un después para la industria de organización de eventos. Angie la pasó muy mal, su pareja enfermó y sus suegros fallecieron por culpa del COVID-19. “Nosotros vivíamos de las fiestas. Cerrar todo fue preocupante, perdimos inversión, local de atención, fechas ya separadas, etc.”, detalla. Sin embargo,  DecoAngie se reinventó y empezó con la venta de cuadros abstractos. “También hicimos unas alas talladas en madera (Línea Heart Guardian)”, agrega. Su esposo retomó sus labores en su taller de metal mecánica (soldadura) y hasta dos de sus pequeñas, Flavia y Romina, pintaron y vendieron alcancías para aportar en la ecolonomía. Afortunadamente, con la reactivación en varios sectores, DecoAngie podrá ir retomando poco a poco sus labores.

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