Un hecho insólito ocurrió en Río de Janeiro, Brasil. Un indigente murió dentro de una panadería y en vez de paralizar sus actividades, los trabajadores siguieron laborando.
Fue el dueño del establecimiento quien informó de la muerte del sujeto, el mismo que días previos había pedido un café con pan con mantequilla.
Conocida la noticia, un periodista del medio local Globo, Joaquim Ferreira dos Santos, llegó hasta el lugar para informar.
“Era un mendigo que presuntamente estaba en tratamiento contra la tuberculosis”, explicó el periodista, quien además en su columna de opinión contó que las autoridades recién llegaron dos horas después de haberles informado, por lo que los trabajadores decidieron cubrir el cuerpo y seguir laborando.
Los trabajadores no lo hicieron pese a que los cliente les pidiera que mejor cerraran el local por motivos “sanitarios y humanitarios”.
“Nadie tuvo humanidad cuando estaba tirado en la calle. Ahora que murió en mi panadería quieren que yo tenga humanidad”, explicó el dueño del establecimiento al periodista.
Además de cubrir el cadáver con el plástico negro, el periodista contó que la panadería lo cercó con varias sillas con el fin de mantenerlo apartado de los clientes.