Bombas de tiempo circulan en el Perú: el 50% del mercado de GLP es informal

Unidos por el mismo dolor y azotados por la misma tragedia, la mañana de ayer desfilaron por la morgue central de Lima los familiares de los ocho fallecidos que dejó el incendio por fuga de gas de un camión cisterna, en Villa El Salvador. De un momento a otro, un grupo de desconocidos unía fuerzas y se juntaba compartiendo diferentes historias.

Sueño trunco

El pasado 4 de enero K.P.L.H celebró su cumpleaños en su tierra natal, Yauyos, sin imaginar que sería el último. Sus ganas de querer estudiar lo llevaron a pedirle a sus hermanos que lo llevaran a la capital donde cumpliría su sueño de estudiar Ciencias de la Comunicación. Apenas llevaba dos semanas en Lima y ya había adquirido un puesto como obrero de construcción civil. La mañana del fatídico jueves 23 de enero, el joven salió del cuarto que alquilaba junto a su hermano, Denis Leyva Huari (23), rumbo a su trabajo. En el camino, la neblina de gas lo alcanzó dejándolo con quemaduras en el 90 % de su cuerpo que ocasionaron su muerte.

Madre e hija

El grito estremecedor de la gente que trataba de escapar de las llamas alertó a María Ambrosio Navarrete (42) cuando aún descansaba. La mujer cogió en sus brazos a su bebé de 8 meses y agarró de la mano a A. P. A. (9), tratando de huir a todo prisa, pero al igual que muchos de sus vecinos se vio envuelta en las llamas. Su cuerpo pudo proteger al recién nacido que resultó con quemaduras, sin embargo, ella y su niño murieron con con el 95% del cuerpo quemado.

Abuela y nieta

Isidora Meza Llamoca (61) y su nieta Geraldine Riveros Osorio (18) fallecieron y otros seis miembros de la familia se encuentran graves. Ellos fueron sorprendidos por el siniestro mientras dormían. Entre los heridos se encuentra el bebé de 11 meses de Geraldine, que permanece internado en el Instituto Nacional de Salud del Niño.

Intentó correr

La niña de iniciales N.K.O.G (07) fue uno de los casos más conmovedores. Fotos y videos de la pequeña pidiendo ayuda al no poder escapar de las llamas tocó a todos los corazones. La niña, junto a sus padres Adolfo Olivas (38), Jenny Romero (28) y su hermanito de 2 años intentaban escapar cuando el fuego los sorprendió en las escaleras. La pequeña murió al tener el 100 % de su cuerpo quemado, mientras que su padre, tiene el 70% del cuerpo con quemaduras, su esposa en 50% y su hijito en 30 %.

Héroe

Juan Orlando Valladolid Loayza (50) fue el primero en la lista de fallecidos en ser identificado. Horas después de controlado el incendio, su familia lo buscaba con desesperación. El hombre había salido a comprar pan cuando notó la fuga de gas. Inmediatamente, trató de alertar a sus vecinos para que salieron de sus casas y se pusieran a resguardo, falleciendo en el lugar de los hechos.

El último de los fallecidos fue identificado como André Asto Espítu, quien murió en el Hospital de Villa El Salvador al tener el 90 % de su cuerpo con quemaduras.

Ojo al dato

“En un día normal se reciben 30 donaciones de sangre, el jueves recibimos 500 y hoy (ayer) más de 235, con esto se ayudará a los heridos de diferentes enfermedades. Agradecemos el espíritu solidario de la gente”, señaló el doctor José López Revilla, del Instituto Nacional del Niño.

Alarma

El presidente de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos, Felipe Canturias, informó a Gestión que el 50% del mercado de Gas Licuado de Petroleo (GLP) es informal y que se refleja en el transporte en condiciones inseguras, con 1523 vehiculos transportadores de GLP en todo el país. Explicó que un vehículo siempre deben ir dos personas. Isaac Segovia, vocero de la Sociedad Peruana de Gas Licuado, explica que las barreras de ingreso para la distribución de GLP son bajas. “Quiere decir que el día de hoy yo adquiero un vehículo, presento una declaración jurada ante el ente regulador e inmediatamente me dan la autorización”, sostuvo. En ese sentido, resaltó que el Ministerio de Energía y Minas y Osinergmin son los responsables de supervisar que los distribuidores cumplan con las condiciones de seguridad.

El presidente de la ONG Luz Ámbar, Luis Quispe Candia, enfatizó que si bien el Reglamento Nacional de Licencias de Conducir establece que el límite de edad para los conductores de carga pesada, mercancía y pasajeros es de 80 años, esta debería disminuir debido a que los reflejos y agudez visual disminuye a partir de los 70 años.

Aurelio Ochoa, señaló que se debe investigar el motivo por el cual las válvulas del camión cisterna sufrieron fisuras.

“Los cursos de seguridad para conductores de camiones es cada 3 años, sin embargo deberían ser anuales”, dijo Luis Quispe Candia.

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