El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), rechazó este viernes entregar la presidencia de la Alianza del Pacífico a Perú, tal y como le corresponde, al considerar que el Gobierno de Dina Boluarte es “espurio”.

“Voy a dar instrucciones a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de que notifique a los miembros del Grupo de Río qué hacemos, porque yo no quiero entregar (la presidencia) a un Gobierno que considero espurio. Que decidan los miembros del grupo”, dijo en su rueda de prensa diaria.

A su vez, el mandatario mexicano señaló que, una vez recabada la opinión del Grupo de Río - un mecanismo permanente de consulta integrado por Argentina, Brasil, Colombia, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela - acatará la decisión correspondiente.

Insiste en llamar golpista al gobierno peruano

“Si ellos dicen que entreguemos la presidencia, lo hacemos. Pero sí voy a hacer la consulta, yo no quiero legitimar un golpe de Estado, es contrario a las libertades, los derechos humanos y es antidemocrático”, subrayó.

Una vez recabada la opinión del Grupo de Río, un mecanismo permanente de consulta integrado por Argentina, Brasil, Colombia, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela, López Obrador indicó que acatará la decisión correspondiente.

“Si ellos dicen que entreguemos la presidencia, lo hacemos. Pero sí voy a hacer la consulta, yo no quiero legitimar un golpe de Estado, es contrario a las libertades, los derechos humanos y es antidemocrático”, subrayó.

La presidenta de Perú, Dina Boluarte, abordó el tema el pasado miércoles, cuando comentó que López Obrador no quería entregarle la presidencia porque “sigue apoyando al expresidente” Pedro Castillo.

Tensión entre México y Perú tras destitución de Castillo

Inicialmente, México debía entregar la presidencia pro tempore a Lima en la Cumbre de la Alianza del Pacífico prevista para México en noviembre, pero se suspendió porque el Congreso peruano no permitió salir del país al entonces presidente Castillo.

Pese a que la Cumbre se pospuso y se trasladó a la capital peruana para diciembre, semanas después el Congreso destituyó a Castillo, a quien encarcelaron tras dar un fallido autogolpe de Estado.

López Obrador se ha alineado desde entonces con el expresidente andino, otorgando asilo a su mujer e hijos y denunciando que fue un golpe de Estado en su contra orquestado por la oligarquía.