Que caigan los cabecillas de la corrupción
Que caigan los cabecillas de la corrupción

Los buenos demócratas tienen que encontrar la fórmula ideal para castigar y desterrar a los corruptos.

Gente de mal vivir está desprestigiando el único sistema de gobierno en que el pueblo participa directamente eligiendo a sus representantes y respeta las libertades, dentro de un marco constitucional. Pero en los últimos años no hay gobierno que se libre de escandalosos actos de corrupción y no les pasa nada a los cabecillas que prácticamente se roban millones de los bolsillos del pueblo.

Es hora, al igual que se está haciendo en Brasil, de desenmascarar a los cabecillas de la corrupción en los gobiernos de Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala. Los fiscales peruanos ya tienen algunos nombres para seguir la pista de los presuntos culpables de haber recibido coimas de empresas brasileñas para ganar licitaciones de grandes obras públicas en el Perú. Ahora la puntería está puesta en identificar a los responsables del caso Lava Jato.

Según el Ministerio Público, se investigan delitos de colusión y cohecho en obras como la carretera Interoceánica tramo 4, la planta de tratamiento de agua potable de Huachipa y el transporte de dinero en efectivo a cargo de empleados brasileños para pago de sobornos en obras ejecutadas por la empresa OAS. El fiscal Hamilton Castro tiene en sus manos los casos Sarmiento-Enrique Saco Jaramillo y Maiman.

Así no se puede confiar en nadie porque cada quien llega al poder para llenarse los bolsillos a costa del sudor del pueblo. ¿Para eso se desgañitan en calles y plazas pidiendo votos? En quién va a confiar el pueblo sino es en sus líderes políticos que prometen de todo, dicen, “para dar mejor educación, mejor salud, seguridad y especialmente luchar contra los corruptos”. Enarbolando estas banderas entró Ollanta Humala con Nadine y miren en lo que han terminado: investigados e impedidos de salir del país por “sospechas de integrar una red criminal y de corrupción”, según el fiscal que los investiga.

En este sentido el gobierno de PPK, con el apoyo del Congreso, tendrá que ser muy enérgico en exigir que se aclaren las denuncias y se identifiquen a los culpables de recibir coimas y sobornos. El pueblo tiene que saber, así como está sucediendo en Brasil, quiénes son los peruanos que están implicados en esta gran mafia que se apoderó de millones de dólares con el cuento de la licitación de obras.

Símbolo de ese “agradecimiento” por las obras construidas en el Perú es que Odebrecht levantó una réplica del "Cristo del Pacífico" en el Morro Solar de Chorrillos a un costo de 830 mil dólares, según informó en su momento el ex presidente Alan García. Ojalá que tras la imagen no haya nada oscuro y que ese “regalo” no haya sido por amor al chancho sino a los chicharrones que ahora está saliendo a la luz como pan caliente.

OJO CON ESTO: