La presidenta Ejecutiva de EsSalud, Rosa Gutiérrez Palomino, negó este viernes haber renunciado al cargo y, por el contrario, señaló que viene trabajando de manera constante por los más de 13 millones de asegurados en el país.
“Desde la presidencia de EsSalud estoy trabajando 24x7 por los 13 millones de asegurados. Basta de maltratos a una mujer que con esfuerzo se ha formado para estar al frente de la gestión pública. NADA ME DISTRAERÁ”, señaló a través de las redes sociales.
Más temprano, un sector de la prensa venía especulando sobre una posible salida de Gutiérrez, señalando que fue el propio ministro de Trabajo, Fernando Varela, quien habría pedido su renuncia debido a la “pérdida de confianza”.
“A los amigos de la prensa, basta de especulaciones, de mentiras. Por hacerle frente a la corrupción, ¿quién pretende desestabilizarme? ¿Qué hay detrás? Soy una mujer luchadora, de carácter firme y transparente”, agregó.
Boluarte habría pedido su salida
Según fuentes de Palacio de Gobierno, la presidenta Dina Boluarte fue quien conversó con el ministro de Trabajo, Fernando Varela, para que pida la renuncia de Gutiérrez, cuestionada por su mal desempeño en la lucha contra el dengue.
Los verdaderos motivos de la salida de la titular de EsSalud tienen que ver con los cambios que ha realizado en el Seguro Social, entre ellos, el despido del gerente general, Iván Pereyra, quien sería una persona muy cercana a un asesor de la mandataria.
Desde Palacio de Gobierno habrían indicado a Gutiérrez que no retire a los citados funcionarios, pero no hizo caso y realizó cambios en EsSalud. Por ello, al saber que se encontraba en la mira del propio Gobierno, la exministra de Salud convocó a la exprocuradora Katherine Ampuero, a la exfiscal del Caso Cuellos Blancos, Rocío Sánchez, así como al excontralor Fuad Khoury, para demostrar que existe actos de corrupción.
¿Qué irregularidades se encontró en EsSalud?
Según documentación a la que accedió Correo y que fue remitida a la Contraloría, la anterior gestión de EsSalud dilató el proceso de contratación del servicio de vigilancia, postergándolo hasta 40 veces y que originó un desabastecimiento, dando origen a adjudicaciones directas por más de S/ 110 millones.
También habría existido el posible direccionamiento en la compra de 99 ambulancias por S/ 65 millones y el préstamo de EsSalud a la empresa ESVICSAC por S/ 30 millones, sin aprobación del Consejo Directivo.