Una familia denunció que desde hace unas semanas recibe amenazas de muerte por una supuesta deuda que dejó un padre fallecido a causa del COVID-19, en enero pasado. Ellos contaron que los extorsionadores les exigen el pago de 35 mil dólares a cambio de no atentar con la vida de todos los integrantes del grupo familiar.
En declaraciones a América Noticias los agraviados mostraron los mensajes que reciben por parte de los extorsionadores. A esto se suma audios, fotografías, videos y geolocalización de su domicilio como muestra que estos delincuentes realizan el seguimiento a la familia y las rutinas que realiza cada integrante. En el material audiovisual se escucha una persona extranjera enviando las amenazas.
Miriam Arroyo, madre de familia y también víctima de extorsión indicó que las personas que realizan las llamadas y mensajes amenazantes son ciudadanos extranjeros que estarían operando con números del exterior. “La Policía nos ha dado como respuesta es que no va a pasar nada, que tienen experiencia en el asunto. Que no nos desesperemos, pero mientras tanto los audios y mensajes me los dan a mí. Son madre de dos personas adultas y dos niños”, señaló.
“Me tienen encarcelada dentro de mi casa. Me han quitado mi libertad. Me siento desesperada con este asunto. Dentro de los mensajes me dicen de que los ven [a sus hijos menores] en los balcones. Me dicen: ‘Lo mato al chinito que tiene dos años o al hijo al mayor que acaba de ser papá. Tú decides a cual de tus dos hijos quemamos [matamos]”, agregó la denunciante por extorsión.
Arroyo indicó que la PNP les informó que su caso ya fue puesto de conocimiento en el Ministerio Público, y que deben esperar el respectivo proceso. Añadió que desde el último miércoles un patrullero resguarda los exteriores del domicilio.
Por su parte, Miguel Huamán, uno de los hijos mayores de esta familia extorsionada, informó que acudieron hasta la División de Secuestro y Dirincri de la Policía Nacional para presentar la denuncia, pero a la fecha no reciben respuestas respecto al avance de la investigación o la identificación de las personas que vienen extorsionándolos. “Hemos ido a la Dirincri, pero [no nos dicen nada] [Dicen que] esperemos, que no va a pasar nada”, contó.
“Quién quieres que muera primero, el que ha tenido recién su hija o el que tiene el niño chico. Aquí está uno de los mensajes que no envían con el nombre de mi mamá, el mío y el de mi hermano con una pistola apuntando. Al principio nos pidieron 35 mil dólares porque supuestamente era una deuda que tenía mi papá con alguien a quienes ellos llaman patrón”, agregó.
Miguel dijo sospechar que los números de sus celulares se filtraron y que eso se debería a que fueron personas que anteriormente trabajaron con ellos. “Nosotros teníamos un negocio donde dábamos trabajo a muchas personas extranjeros, y por ahí se pudo haber filtrado porque no solo [las amenazas] son al número de mi mamá, sino al número de mi hermano de 22 años donde lo amenazan para que presione a mi mamá para que pague el dinero [...] La investigación [policial] realmente está en nada, todo es extraoficial con ellos, que estemos tranquilos, pero ni salimos a comprar el pan porque nos tienen amenazados”, indicó.