Los residentes de la zona viven un calvario todos los días. (Foto: Captura de video)
Los residentes de la zona viven un calvario todos los días. (Foto: Captura de video)

¡Para no creer! Un departamento ubicado en el primer piso de un edificio de San Juan de Lurigancho es usado como una pollería improvisada desde hace dos años, provocando malestar en los vecinos, quienes denuncian que las chimeneas se incendian todo el tiempo.

Los residentes de la zona viven un calvario todos los días, debido a que, en plena ola de calor, deben mantener sus ventanas cerradas por el fuerte olor a pollo a la brasa que se expande por todos los pisos; además que la grasa se impregna en las ventanas.

Para colmo de todos los males, este local cuenta con licencia de funcionamiento por parte de la Municipalidad de San Juan de Lurigancho, y pudo construir dos chimeneas, una más alta que la otra, y ambas necesitan un motor para funcionar, el cual hace una bulla día y noche.

Uno de los vecinos reveló que “ya han ocurrido dos amagos de incendio que los propios vecinos hemos tenido que apagar, porque los bomberos tardaban en llegar. Incluso, cuando llegaron, no podían subir a ese techo porque el espacio improvisado es bastante estrecho. O sea, ante un incendio los bomberos no nos podrían ayudar”.

“Es sofocante vivir aquí, porque no podemos abrir las ventanas para evitar que se meta el humo y el calor. Por los olores y la grasa, tenemos que estar con las ventanas cerradas en pleno verano”, agregó el propietario del segundo piso del edificio.