El escritor Antonio Gálvez Ronceros junto a su gata Mayra. FOTO: Britanie Arroyo
El escritor Antonio Gálvez Ronceros junto a su gata Mayra. FOTO: Britanie Arroyo

Antonio Gálvez Ronceros tiene 87 años y sigue escribiendo. El año pasado publicó su primera novela, “Perro con poeta en la taberna”, y ahora está avanzando su siguiente libro: “Marleny era el prostíbulo”, una historia contada por un narrador de 80 años que tiende a la exageración. El maestro del cuento, uno de los mejores narradores vivos que tiene la literatura peruana, nos permite entrar a su casa en Surco y a sus historias cargadas de humor, música, anécdotas y también tristezas. El autor del clásico “Monólogo desde las tinieblas”, uno de los libros cumbres de su generación, nos recibe, como decía, para hablar de la literatura y la vida: las distintas formas de transitar por este camino fugaz.

Antonio Galvez Ronceros en su casa en Surco. Foto: Britanie Arroyo
Antonio Galvez Ronceros en su casa en Surco. Foto: Britanie Arroyo

Hablar con Gálvez Ronceros se parece más a una contemplación que a una conversación: no dan ganas de interrumpir su narración, como si fuéramos páginas en blanco a la espera de las oraciones del escritor, la sintaxis musical, los giros divertidos de las historias, el respeto por un oficio de crear nuevas dimensiones donde uno puede escuchar las verdaderas voces de las personas o de una nación. Eso es lo que ha hecho el maestro con sus libros: entregarnos esos cantos desde las tinieblas.

“La literatura ha sido y es una cosa formidable. Lo que yo cultivo es la narrativa de ficción, de imaginación. Entonces, hay inmensas posibilidades de crear, como dicen los que siguen a Genette, mundos posibles”, dice el escritor peruano.

Antonio Gálvez Ronceros, escritor peruano, habla sobre la literatura.

VOLVER A LOS ERMITAÑOS

“Los ermitaños” (1962), por ejemplo, su primer libro, que ahora ha sido reeditado por la Escuela de Edición de Lima, son seis relatos sobre los afroperuanos de las haciendas de Chincha. A partir de los diálogos, haciendo un uso magistral de la forma, Gálvez Ronceros construye historias que aparentan ser anecdóticas. Sin embargo, mientras avanzan las páginas, los protagonistas nos sorprenden con desapariciones inexplicables de los sombreros de un impetuoso bebedor, la venganza de una mujer hacia su egoísta y glotón esposo, la trampa de un ladrón de cerdos, el mito del pacto con el diablo de un hombre adinerado.

Los ermitaños, un clásico del cuento peruano, ha sido reeditado.
Los ermitaños, un clásico del cuento peruano, ha sido reeditado.

Entre la risa y la sorpresa, además del deleite de la prosa poética del autor, los cuentos son un registro de una zona del país olvidada no solo por el gobierno sino por los creadores de historias. Y “Los ermitaños”, sorprendiendo hasta el final, cierra con “Joche”, un relato que deja atrás el divertimento y pasa a una cadencia de tristeza. “Es el cuento más ambicioso de ese primer libro. Es una historia realmente triste. Y tenía que ser así porque el tema es la muerte, una cosa muy seria”, comenta Gálvez Ronceros.

Con nuevas ediciones de sus clásicos, una novela recién publicada y otra por llegar, que espera tenerla lista para julio del próximo año, seguro que para la próxima Feria Internacional del Libro de Lima, el maestro Antonio Gálvez Ronceros sigue escribiendo, esa “forma estupenda de ir pasando la vida”.