Magaly Moro

Armando (31, San Juan de Lurigancho). Hola señora Moro, me animo a escribirle porque ya no sé cómo manejar la situación en la que me encuentro: hace 3 meses mantengo y soy la empleada de mi novia, Rossana, con quien llevo 6 años de relación. Ella solía ser una chica trabajadora y responsable, pero desde que perdió el trabajo ha tomado una actitud que me estresa.

Cuando empezó la cuarentena, ella se relajó demasiado. Me decía: “Amor, esto (aislamiento) es como estar de vacaciones”. Yo le solía explicar que, por el contrario, teníamos que esmerarnos más en el trabajo porque se venía una ola grande de despidos. No obstante, Rossana se levantaba tarde, no cumplía con sus labores, no le importaban las reuniones. Al mes recibió una llamada en la que le comunicaron que había sido despedida. Fue un golpe muy fuerte para ella. Me enojó que ocurriera eso, pero la apoyé, estaba a su lado cuando se deprimía y hasta le cocinaba y hacía todo en la casa porque ella se la pasaba llorando.

Semanas después la vi más recuperada y supuse que buscaría trabajo y retomaría los quehaceres que le correspondían en el hogar, pero me equivoqué. Se ha convertido en una mujer holgazana, que todo el día ve Netflix y ni siquiera se asea. Tampoco quiere pagar nada pese a que, hasta el momento, tiene el dinero de su liquidación, CTS, AFP y algunos ahorritos. Me siento decepcionado y quiero que se vaya de mi casa. Antes la veía como la futura madre de mis hijos, pero siento que ya no la admiro ni la amo. ¿Qué hago?

Ojo al consejo

Querido Armando, lo primero que tienes que hacer es hablar con Rossana y expresarle tu sentir. Si quieres terminar, debes estar muy seguro, ya que si me cuentas que antes tu pareja era muy responsable, lo más probable es que se encuentre deprimida. Con la comunicación podrán descubrir qué está ocurriendo. No seas tan condescendiente, pon límites. Suerte.