Magaly Moro

Magaly (26, Breña). Hola doctora Moro, le escribo porque confío en su sapiencia. Le cuento que estoy en un gran dilema. Hace exactamente un mes que empecé una relación con Juan Diego, un atractivo ingeniero civil de 30 años que me cautivó por su inteligencia, buenos modales y grandes valores. Debo confesar que cuando me pidió ser su enamorada, estaba muy emocionada, pues tras mi última ruptura amorosa sentí que jamás volvería a enamorarme.

El problema con Juandi es que, pese a demostrar mucha madurez en diferentes aspectos, es extremadamente afectivo. En la primera semana de salidas me dijo que me quería, me pareció un poco presurosa su manifestación de amor, pero comprendí que estamos ilusionados. Sin embargo, en la tercera semana de su boca salió un "te amo", frase que yo difícilmente he dicho y mucho menos al poco tiempo. Eso no es todo, lo que más me alarmó fue que en nuestro primer aniversario me expresó sus deseos de casarse conmigo.

Señora Moro, yo, en principio, soy una mujer que va paso a paso; además, no soy muy cariñosa, al menos hasta no sentirme completamente segura de la relación. Por todos estos motivos, la forma de ser de Juan Diego me está espantando. Obviamente, no se lo he dicho, pero he pensado terminar y continuar con mi soltería. No obstante, cada vez que analizo la situación, reparo en que este muchacho tiene grandes cualidades que difícilmente encontraré en un chico. No sé qué hacer. Ayúdeme, por favor.

OJO CONSEJO:

Querida Magaly, estás muy confundida pero también es natural que tengas miedo a enamorarte si tu última relación te ha causado mucho dolor. Yo te aconsejo que no termines con Juan Diego, pero sí habla seriamente con él y exprésale tus deseos de ir paso a paso en la relación. Si realmente siente algo serio por ti, te comprenderá. No pierdas a un buen muchacho. Suerte.