Magaly Moro

Julia (23, Surco). Señora Moro, estoy completamente devastada. Mi reputación ha quedado por los suelos y ahora todo mi círculo de amigos piensa que soy una tal por cual. Todo esto es consecuencia de mi excesiva necesidad de encontrar a mi media naranja.

Le cuento que hace 2 años estuve con Roberto, un muchacho muy atractivo. Tuvimos una relación de apenas 6 meses, pero muy intensa. Él era una persona tóxica, me trataba mal, cuando íbamos en su auto y se enojaba, me dejaba tirada en cualquier lugar sin importarle la hora o el peligro de la zona. Luego de tantos desplantes, terminé con él. No pasó mucho tiempo para que uno de sus mejores amigos me empezara a pretender. Me parecía descabellada la idea, pero finalmente me enamoré de nuevo. No pensé en las consecuencias, solo creí que esta vez sí había encontrado a mi príncipe. Jaime me trataba con delicadeza y amor. Lamentablemente, todo el mundo me tildó de "cualquiera" por haberme involucrado con el amigo de mi ex. Jaime dio por terminada nuestra relación después de un año. Me rompió el corazón, pero él no pudo con la ola de comentarios negativos sobre mi persona.

Fui al psicólogo, todo eso me perjudicó mucho. Pero recientemente, cuando me empezaba a recuperar, Hirvin, otro de los amigos de Roberto, me empezó a cortejar. Yo le respondí cortésmente, sin ninguna intención. Un día salimos en plan de amigos. Sin embargo, los chismes no se hicieron esperar y ahora dicen que arraso con todos. Doctora, no aguanto este cargamontón. ¿Qué hago?

Ojo al consejo

Estimada Julia, te aconsejo que te alejes de los amigos de Roberto. La gente siempre hablará y si eso te hace mucho daño, no te expongas a ser blanco de críticas. Opta por tu tranquilidad y aléjate de Hirvin. Continúa con tus terapias. Ya verás que cuando menos lo pienses, el verdadero amor habrá tocado tu puerta. Mucha suerte.