Óscar (24 años, San Juan de Miraflores). Doctora Moro, me atreví a escribirle para contarle una situación “extraña” que estoy viviendo con mi enamorada. Siempre he considerado a Mariela la mujer más bonita del mundo y no se debe a que la vea con ojos de amor, sino a que realmente es muy hermosa. Mis amigos de la universidad y familiares también me lo dicen.

Mi chica tiene el cabello castaño, lacio y largo, unos ojos marrones grandes, una nariz respingada, unos labios delgados muy rosados y unos dientes muy blancos y alineados. Me encanta, es preciosa. Sin embargo, hace una semana, pasó una situación fuera de lo común que me está haciendo dudar de mi sincero amor por ella.

Mariela tuvo un pequeño accidente doméstico y se rompió un diente. Apenas me enteré la fui a ver a su casa y cuando me recibió me dijo sonriendo: “mira lo que me pasó, ¿qué tal me veo?”. Me quedé estupefacto. Fue muy desagradable verla sin un diente. La pieza que le faltaba era un incisivo superior. En eso momento me dije a mi mismo: “¡Dios mío, está chimuela, qué horrible se ve!”. Le pregunté cómo se sentía, ella me dijo que bien y luego de conversar unos minutos me retiré.

Desde ese día prefiero no verla hasta que se coloque una pieza de reemplazo. Me he puesto a pensar que lo único que admiro de mi chica es su belleza y no su forma de ser ni sus sentimientos y eso me tiene perturbado. Aconséjeme, doctora, por favor. No sé si amo sinceramente a mi pareja.

OJO CONSEJO

Estimado Óscar, entiendo tu inquietud. Creo que deberías reflexionar sobre lo que sientes. Si no toleras ver a tu pareja sin un diente, sin su belleza habitual, tal vez significa que no la quieres realmente. El aspecto físico no es muy importante en temas del amor. Sé sincero contigo mismo y con tu enamorada. No sería justo que sigas con ella si no la amas de verdad. Suerte.