Edward (18 años, Independencia). Hola doctora, le escribo porque estoy cansado mental y psicológicamente.

Mi madre está loca, no sé qué otra palabra más usar. Ella sufrió mucho cuando estuvo con mi padre. Él la maltrataba emocionalmente, no le daba dinero para alimentarnos y su familia la menospreciaba por ser de provincia. Vivimos días terribles. Gracias a Dios mi mamá y yo pudimos huir de su lado.  

Tiempo después la contrataron para que trabaje en un restaurante. De ser fría y distante conmigo se volvió la mamá que tanto soñé. Súper cariñosa, atenta y responsable. Estaba todo bien hasta que llegó la pandemia. La botaron de su centro laboral y empezaron las carencias.

En su desesperación llamó a mi papá. Él se acercó nuevamente a nosotros y empezó con su discurso de que quería recuperar a su familia. Mi padre volvió a  la casa y empezó a pagar todo. Nuevamente estábamos a su merced. Supongo que por eso volvió a ser el de antes.

Actualmente, no hay día en que mis padres no peleen. Realmente quiero vivir mejor.

He intentado hablar con mi mamá para pedirle que nos vayamos lejos de ese hombre, pero no quiere. Se enoja y me insulta culpándome de sus desgracias.

Tengo miedo, doctora. Siento que en cualquier momento uno de ellos va a terminar muerto porque sus discusiones son cada vez más violentas.

Lo peor de todo es que sospecho que mi madre está embarazada y no quiero que venga un bebé en estas condiciones. ¿Qué hago?

OJO CONSEJO:

Edward, debes comunicarle a tu mamá cómo te sientes. Abre tu corazón con ella. Sé que el amor por ti la hará reaccionar. Nadie merece vivir en un ambiente de violencia.

Asimismo, busquen ayuda profesional. Ustedes necesitan orientación psicológica para superar sus problemas. Si ves que con tus palabras no hay un cambio, sal de casa y busca tu tranquilidad. Suerte.