magaly moro

Rocío (35 años, San Juan de Lurigancho). Estimada doctora Magaly, estoy indecisa y angustiada, por eso recurro a usted.

Tengo cinco años de relación con Fernando, es el hombre de mi vida, hemos pasado por muchas dificultades y todas las hemos superado. Estas han servido para demostrarnos que somos el uno para el otro.

Hace tres meses, él decidió dar el gran paso y me propuso matrimonio. Cuando me lo dijo, salté de la emoción y, por supuesto, le contesté que deseaba con todo mi corazón ser su esposa.

Inmediatamente nos pusimos a planear nuestra boda dado que elegimos como fecha la segunda semana de febrero, queríamos que coincida con el Día de San Valentín.

Al poco tiempo de la propuesta de matrimonio empecé a notar que Fernando quería una boda extremadamente sencilla. Lo que le proponía no le convencía por lo caro que resultaba. A mí me parecía extraña su actitud debido a que sabía que él tenía una cuantiosa cantidad de dinero ahorrado. Sin embargo, me llevé una desagradable sorpresa cuando hace una semana le pedí un auto clásico decorado para trasladarnos tras salir de la iglesia y él se puso nervioso.

Fernando me confesó que todo su dinero lo había gastado en la compra de una casa de playa que a veces usa y también las alquila. Eso me decepcionó terriblemente porque me pareció que tomó una decisión absurda. Ahora ya no estoy segura de querer casarme con él. Estoy desilusionada. Señora Moro, ¿qué puedo hacer?.

OJO CONSEJO:

Estimada Rocío, entiendo tu decepción. Sin embargo, considero que debes hablar con tu novio. Trata de entender los motivos que lo llevaron a tomar la decisión de comprar esa casa.

Además, si de casarse se trata no es necesario que esta sea a lo grande. Lo importante es el amor y respeto que se tienen. Conversen asertivamente. Mucha suerte.