Magaly Moro

Sofía (25 años, San Juan de Lurigancho). Querida doctora Moro, me encuentro entre la espada y la pared. Realmente no sé qué hacer. Hace un año Fabricio, con quien llevo 3 años de relación, me dijo que deseaba convivir conmigo antes de casarnos. Sus palabras me tomaron por sorpresa porque yo no pensaba en nada de eso todavía, vivía mi romance un día a la vez. Para salir de ese tema le dije: “Gordo, mi cumpleaños 26 lo paso contigo en nuestro hogar”. Nos besamos, reímos y ahí quedó nuestra charla.

Pasaron los meses y le juro que había olvidado esa conversación, hasta que “Fabri” en una de nuestras videollamadas me comenta: “Amor, ya falta poco para vivir juntos, ¿verdad? Seis meses más y estaremos despertando uno al lado del otro”. Solté una sonrisa nerviosa y asentí con la cabeza, él al notar que no respondí nada, continuó contándome que sus padres ya le dieron su herencia y que por su parte ya tiene los planos de nuestro “nidito de amor”. Ante tanta información solo atiné a preguntar, para cuándo estará todo listo. Fabricio muy confiado respondió que en diciembre, días antes de que cumpla 26.

Doctora, estoy muy confundida. Lo amo con todo mi ser, pero no me siento lista para convivir con alguien, todavía quiero gozar a mis padres en casa. Además, tenía planeado primero vivir sola o con un grupo de amigas. Era como un sueño de adolescente. Ahora no sé cómo actuar, tampoco quiero decirle esto porque siento que le rompería el corazón. Él es muy sensible y romántico. Necesito de un consejo.

Ojo al consejo

Estimada Sofía, no puedes cambiar tus planes de vida por una persona. Lo mejor que puedes hacer es hablar con tu pareja, explicarle lo que tú ya tenías pensado. Trata de hacerlo con mucho tino y delicadeza para que no lo tome a mal. Si realmente Fabricio te ama, sabrá esperar que estés lista para dar ese paso importante. Ve a tu ritmo. Suerte.