Magaly Moro

Manuela (48, Comas). Doctora Moro, recurro a usted porque estoy muy preocupada por la salud de Alberto, mi marido. Él es de contextura gruesa y con diabetes, no sabe cuánto tengo que cuidarlo para que no enferme, pero estoy aburrida de esta situación porque él no pone de su parte.

Hace más de 30 años que conozco a mi Betito, era bien flaquito y siempre le encantó el panetón. Recuerdo cuando éramos jóvenes y podíamos devorarnos un panetón los dos solitos en una hora. Lamentablemente, al paso de los años, la salud se deteriora y nuestro organismo ya no responde como antes, pero mi esposo no lo entiende.

Apenas empezamos diciembre, se trajo 4 panetones de su marca favorita. Señora Moro, apenas ha pasado una semana y ya no hay ninguno. Él no puede estar comiendo de esa manera. Últimamente, hemos tenido fuertes discusiones por sus malos hábitos alimenticios. Yo hago malabares para que su dieta sea lo más exquisita posible, asimismo me las ingenio para que el dinero nos alcance, pues las dietas no son baratas. Pero, al final del día, veo todo mi esfuerzo por los suelos, cuando Beto se tira en el sillón y se devora, tajada tras tajada, un panetón.

Señora Moro, hasta lloro porque no quiero que algo le pase. Lo amo con todo mi corazón. Creo que, como muchos peruanos, no es consciente de los riesgos de la diabetes y se lo toma a la ligera. Estoy perdiendo la paciencia, aconséjeme cómo puedo hacer que mi pareja cuide su salud.

Ojo al consejo

Querida Manuela, tienes que hablar seriamente con Alberto. Por mucho que lo ames, no eres su mamá, sino su esposa. Él es lo suficientemente adulto para hacerse responsable de su salud.

Hazle ver los riesgos que corre por su falta de autocontrol. Conversa con tu familia para que lo apoyen. También puedes sugerirle que compre panetones dietéticos. Suerte.